Bastián Nehemías Escalante Montoya tenía apenas 10 años cuando perdió la vida. El nene recibió dos disparos en medio de un tiroteo entre motochorros y un policía de civil en Wilde, en el partido de Avellaneda, el 10 de julio pasado. Según reveló la autopsia, la víctima sufrió una herida de bala que le provocó un shock hipovolémico y murió de un paro cardiorrespiratorio. Cinco días después de la tragedia, su madre, Johana, pidió justicia y reclamó: “Queremos que vayan presos porque todos son responsables”.
El menor salía de jugar al fútbol en el club Barrio La Carne, en bicicleta, junto a su madre que lo acompañaba caminando. Fue en ese momento cuando comenzaron los disparos y se convirtió en la víctima fatal de la secuencia.
Tras resultar gravemente herido, Bastián fue trasladado de manera urgente al Hospital Presidente Perón. Su estado de salud era muy delicado. El nene recibió dos disparos y, según dio a conocer el informe de la autopsia, una bala ingresó por la cervical derecha y salió por su hombro izquierdo. Esto le causó un shock hipovolémico por hemorragia aguda.
Bastián sufrió dos paros cardiorrespiratorios: durante el primero, los médicos lograron reanimarlo. Pero, posteriormente, mientras estaba siendo intervenido nuevamente, tuvo un segundo paro y su cuerpo no pudo resistirlo. El menor murió al día siguiente del episodio, en el hospital, después de luchar por su vida.
“El policía ve que los chorros van al lado nuestro, ¿por qué sigue disparando de esa manera? ¿Por qué no entregó la moto? ¿Era más importante una moto que la vida de una víctima?”, se preguntó la mujer, dolida, en diálogo con TN.
Además, recordó cómo fue aquel momento en el que su hijo se convirtió en la víctima fatal del hecho. “Apenas vi que el policía sacó el arma, inmediatamente, le dije a Bastián que nos volvamos porque estaban robando. Y apenas giramos, empezamos a escuchar los disparos”, narró la mujer, que es representada por el abogado Matías Morla.
“Es muy difícil porque yo a él lo cuidaba tanto... Lo cuidaba un montón como para que me lo arrebaten de esa manera”, lamentó Johana. A su vez, contó cómo viven desde aquel jueves en el que perdió a su hijo. En este sentido, relató: “Mi otra hija va al club y nos cambió todo por completo: cómo la llevo y cómo salgo, todo por el miedo que nos quedó”.
Este martes, los vecinos marcharon para exigir justicia tras la muerte de Bastián. La movilización comenzó en el club Barrio de La Carne -donde ocurrió la trágica secuencia-, situado sobre la calle Rondeau, y se extendió hasta avenida Mitre y Las Flores.
“Pedimos seguridad, que haya móviles. No puede ser”, suplicó Johana.
El caso
El miércoles 10 de julio, cerca de las 20, Bastián salió junto a su madre del club de fútbol Barrio de La Carne, en la intersección de Caxaraville y Rondeau, en la localidad de Wilde. Allí, una banda integrada por cuatro sospechosos intentaron asaltar al policía que estaba de civil. Los delincuentes iban a bordo de dos motos y trataron de robarle la suya al agente.
Al resistirse, habrían comenzado a dispararle. En ese instante, el efectivo intentó identificarse para repeler el ataque, pero terminó sacando su arma para disparar contra los agresores.
El menor quedó en medio de ese violento intercambio. Recibió dos disparos de arma de fuego, que habrían sido efectuados por el efectivo de la Policía Bonaerense, quien no habría advertido que en medio de la escena estaba el niño en su bicicleta, junto a su madre.
El caso está siendo investigado por el fiscal Ignacio Colazo, de la UFI Nº2 del Fuero de Responsabilidad Penal juvenil del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.
La estremecedora secuencia quedó registrada por las cámaras instaladas de la zona. Allí, se observa el momento preciso en el que el nene cae de su bicicleta sobre la calle.