En los últimos días, varios diarios patagónicos publicaron la noticia de un cargamento de 783 kilos de cocaína capturado en Neuquén, una fortuna en polvo, con un valor de al menos 15 millones de dólares según autoridades judiciales, el lote más grande en la historia reciente. Las crónicas hablaban de ocho allanamientos y diez detenidos, una banda que planeaba cruzar la droga a Chile en un convoy de camionetas, tras reunirse en un complejo de cabañas de Caviahue, para seguir luego por un paso fronterizo. Una curiosa empresa porteña, una ganadera en los papeles, había pagado su estadía en el complejo, con un depósito de 680 mil pesos.
Así, tras una serie de movimientos de inteligencia previa, efectivos de Gendarmería y Prefectura los interceptaron, con una causa en su contra a cargo de Patricia Cisnero, fiscal coadyuvante de la PROCUNAR, el ala de la Procuración que investiga delitos narco, y el Juzgado Federal N°2 de Lomas de Zamora.
La jugada era totalmente arriesgada: muy pocos traficantes se arriesgarían a mover tanta droga en un solo viaje.
Hoy, los nombres de los integrantes de la banda se conocen.
Gerardo David Salinas, alias, “El Negro”, de 47 años, registrado como empresario, preso años atrás en un penal federal, fue sindicado como el principal organizador. Ileana Mariela Bolzán es su principal cómplice. Cordobesa, de 46 años, ligada al negocio de los kioscos según sus registros en la AFIP, el nombre de Bolzán ya era conocido para los investigadores de la PROCUNAR, que la ligaron al viaje del velero Thorben. El velero zarpó del puerto de Salvador de Bahía. Brasil, el 15 de febrero de 2020, para un viaje transatlántico: llevó 1500 kilos de cocaína a España. Entre sus tripulantes, cuatro argentinos, estaba Bolzán, según documentos judiciales. Luego, el velero fue vendido y cambiado de nombre, en una operación en la que habría estado involucrada la kiosquera cordobesa. Finalmente, encontraron en aguas españolas con 55 kilos de MDMA.
“Las tratativas y coordinaciones tendientes a alzarse con esa cuantiosa cantidad de droga y procurar su envío a Chile -tal la teoría del caso que sostiene el MPF- comenzaron meses atrás, cuando Bolzán ya anticipaba que iba a realizar un trabajo para Salinas, pues estaba necesitada de dinero. Llegado el mes de junio, ella y Salinas acordaron viajar en simultáneo a la provincia de Neuquén, lo que terminaron haciendo el 19 de junio, desplazándose en vehículos diferentes por tierra”, asegura un documento de la causa. En ese momento se habría hecho la bajada.
Así, se reunieron en el complejo de Caviahue a fines de junio con otros seis imputados. Regresaron a Buenos Aires, dejando atrás dos camionetas, una Toyota Hilux y una Mercedes Benz Sprinter, y luego retornaron al sur. Varios miembros de la banda quedaron de custodios del lote.
Así, el 3 de julio, comenzó el movimiento. Para el día siguiente, la banda había llegado a Zapala, a 175 kilómetros de distancia de Caviahue. Fueron capturados poco después. En el medio, los capos de la organización tuvieron una suerte de vacación de lujo en la nieve. Los investigadores del caso ironizaban sobre el nivel de confort.
Resta determinar quién pagó el cargamento. “El Negro”, matancero, preso varios años por un secuestro extorsivo, no da el perfil de financista narco. Tampoco se sabe quién lo nombró organizador, y cómo contactó a Bolzán, experimentada en el rubro.
La esperanza para esclarecer estos detalles está en los teléfonos incautados a la banda, que comenzarán a ser peritados el breve.