Este miércoles por la tarde un agente de la Policía de Córdoba fue detenido luego de haber sido denunciado en una causa por violencia familiar. El acusado fue puesto a disposición de la Justicia y, por el momento, dejará de cumplir funciones en la fuerza de seguridad. A lo largo de la jornada, otros dos oficiales fueron detenidos al haber sido denunciados por abusos.
Según informaron las fuerzas de seguridad, el arrestado se trataría de un “suboficial que ostenta la jerarquía de agente, encontrándose el mismo en situación de tareas no operativas”. Por este motivo, se determinó que el mismo fuera trasladado hacia la sede judicial que investigará si éste fue responsable de haber cometido el delito que cargaron en su contra.
Aparentemente, la denuncia fue radicada en diciembre de 2023, sin embargo, la fiscalía a cargo de la investigación ordenó la captura inmediata del agente siete meses después de que comenzara el proceso. Si bien se confirmó que la causa que le endilgaron está tipificada dentro de la violencia familiar, no se difundieron detalles del caso.
A raíz de esto, el suboficial fue puesto en situación pasiva por decisión del Tribunal de Conducta de las Fuerzas de Seguridad hasta que se resuelva el caso. “En la faz administrativa intervino la Dirección General de Control de Conducta Policial que dio inmediata participación al Tribunal de Conducta de las Fuerzas de Seguridad, disponiendo el pase a situación pasiva del funcionario”, remarcaron desde la institución a través de un comunicado oficial al que accedió ElDoce.tv.
En las horas previas, un sargento ayudante de la fuerza había sido arrestado por presuntamente haber abusado de una compañera de trabajo durante el horario laboral. La víctima era una empleada del sector de limpieza de la dependencia en la que trabajaba el acusado, quien lo denunció porque la habría amenazado con un arma para concretar el abuso.
El caso quedó en manos de la Fiscalía de Delitos Contra la Integridad Sexual, representada por el fiscal Juan Ávila Echenique. Entre las primeras medidas, no solo ordenó la detención del agente que cumplía funciones en la ciudad de Córdoba, sino que le otorgó un botón antipánico a la denunciante.
El suboficial fue imputado por presuntamente haber cometido el delito de abuso sexual agravado por el uso de arma de fuego y la condición de funcionario público, por lo que las autoridades lo trasladaron hacia la sede judicial de Cruz del Eje, ciudad de donde es oriundo. Asimismo, el Tribunal de Conducta de las Fuerzas de Seguridad pidió el pase a situación pasiva.
Por su parte, el ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, aseguró que se encontraba preocupado por la cantidad de oficiales que fueron denunciados. “Nos preocupa cualquier accionar policial que esté contrario a la ley, pero nosotros no encubrimos absolutamente a nadie”, remarcó al señalar que todos los hechos fueron dados a conocer por la fuerza.
Si bien el titular de la cartera se negó a brindar más detalles sobre la causa para no entorpecer la investigación, advirtió que “todo policía que se desvíe aunque sea medio centímetro de la norma va a ser sancionado”. Asimismo, desmintió que hubieran “buenos” o “malos” policías. “Acá están los policías y los delincuentes que se disfrazan de policías que no es lo mismo”, sentenció.
Los escándalos con los oficiales de la fuerza de seguridad estallaron después de que un suboficial de Río Cuarto fuera detenido el pasado 28 de mayo por presuntamente haber abusado de una mujer que estaba detenida en la alcaidía de la Jefatura policial de la ciudad. Dos días después de la detención, el agente volvió a ser denunciado por otra mujer.
Según el testimonio de una de las denunciantes, se encontraba dormida en su celda cuando fue abordada por el detenido, quien la obligó a realizar una serie de prácticas indebidas. “Hizo lo que quiso conmigo en ese momento”, relató durante una entrevista para el medio Puntual, en donde también reveló que el hombre la amenazaba con “hacerle algo a su hija” si gritaba o pedía auxilio.
Frente a esto, el fiscal Javier Di Santo imputó al efectivo por el delito de abuso sexual carnal agravado por la condición de funcionario público en ocasión de su función. Incluso, la mujer aseguró que habría varias pruebas en contra del policía, en referencia a que las cámaras de seguridad lo ubicarían en la celda y una serie de estudios que le realizaron.
“Desde que recuperé la libertad no salgo, tengo miedo de andar por la calle”, confesó la denunciante al apuntar que, sobre todo, teme por su hija menor de edad. No obstante, reiteró su pedido de justicia al contar: “Las chicas en la cárcel me dijeron que hay muchas violaciones, por eso tenemos que reclamar por justicia”.