Tres alumnos de 15 años fueron expulsados del colegio Madre Teresa de Calcuta de Salta después de que una de las estudiantes llevara una torta con clonazepam a la institución para festejar el cumpleaños de una compañera del curso. Tras consumir la preparación, tres alumnos resultaron intoxicados y debieron ser atendidos.
El episodio ocurrió este viernes en la ciudad capital, en el establecimiento ubicado sobre calle España. Según informó el medio local El Tribuno, los estudiantes cortaron el pastel de cumpleaños alrededor de las 13.20 y cerca de las 16.30, presentaron los síntomas de intoxicación.
La cumpleañera fue la primera en manifestar cansancio y mareos, por lo que fue atendida en el hospital San Bernardo, a siete cuadras de la institución educativa, donde le realizaron un lavaje. Posteriormente, otros dos compañeros aseguraron tener los mismos síntomas.
Por su parte, Alejandro Vilte, el director del establecimiento, dijo en diálogo con el medio local: “No asocio como una broma lo ocurrido. Más bien, para mí, en lo personal, es una actitud ante la salud de los compañeros, un hecho que no puedo caracterizar como delictivo pero sí es atentar contra la vida de compañeros”.
Además, aseguró: “No fue algo que ya venían moviendo o tratando para generar esto. En el curso, no hay problemas de conducta entre compañeras. No había antecedentes como para decir que iba a pasar esto”.
Tras el hecho, la alumna que llevó la torta dejó de asistir al colegio y se ausentó durante tres días. Ante esta situación, sus padres hicieron la denuncia y la Policía de Salta activó el protocolo de búsqueda de personas. Finalmente, este lunes, las autoridades la encontraron en la localidad de La Merced, según precisó el diario citado, y fue llevada con sus padres.
De acuerdo a la información que trascendió, otros compañeros del curso murmuraron mientras estaban en el aula, minutos antes de compartir la torta, que la masa del bizcochuelo había sido preparada con “varias pastillas disueltas”.
El director del colegio también se refirió al rol de los padres. En este sentido, indicó: “Hay realidades que los adolescentes viven de distinta manera y apunto mucho a la atención del papá en la casa. Hay chicos que tenemos con situaciones de conducta porque mamá y papá trabajan, lo cual no es justificable porque en todas partes trabajan los dos, pero hay chicos que no tienen acceso a una taza de té o se levantan tarde. Tengo alumnos del turno tarde que vienen sin comer por ese motivo”.
“Pregunté quién había traído la torta y las compañeras me dijeron quiénes eran, tres compañeros, con nombre y apellido”, remarcó Vilte.
A su vez, confesó que se desconoce cómo los adolescentes consiguieron la medicación. “No podemos determinar el origen. Les dije ‘si esa medicación se vende con doble receta, cómo hace un menor para conseguir medicación de ese tipo’. Probablemente, alguien en la casa consume esa medicación, entonces es un elemento que pueden sacar de la casa sabiendo que en la persona que consume, tiene esos efectos”, aseguró.
Por otra parte, el director comentó que los tutores de los alumnos implicados en el hecho ya recibieron el pase tras la expulsión. Asimismo, dijo que deben buscarles un lugar para que continúen con sus estudios.
Según aclaró, existen instituciones que según su criterio, pueden indagar sobre los motivos del pase de colegio. “No es común. No teníamos situaciones así. Nunca pasó. No es algo que haya pasado siempre”, dijo Vilte sobre las tres expulsiones.
Un alumno de Lanús llevó brownies con marihuana al colegio
El hecho ocurrió el pasado 23 de mayo en el Instituto San Francisco de Asís, ubicado en Lanús. Allí, al menos siete alumnos de sexto año se intoxicaron tras consumir brownies con marihuana y debieron ser trasladados al hospital.
“Diez minutos antes de entrar estaban todos afuera. Uno de los alumnos trajo la bandeja y comenzó a convidarles a todos. A los pocos minutos, cuando ya estaban en el aula se empezaron a descomponer”, narró uno de los testigos a Infobae. Y agregó: “Gritaban enfervorizados, deliraban, vomitaban, algunos llegaron a pararse sobre los bancos, pero no aguantaron y se desvanecieron”.
Tras el episodio, las autoridades del colegio identificaron que el responsable de llevar los brownies al colegio fue un alumno de 17 años.