Dilson Eduardo Polanco Muñoz, dominicano, de 35 años, fue arrestado esta semana al salir de su departamento de la zona de Sarandí, en Avellaneda, donde prensaba ladrillos de cocaína rebajada, según la acusación en su contra, a cargo de la UFEIDE de la fiscal Cecilia Amil Martín.
Lo capturaron efectivos de la División de Investigaciones Antidroga Zona IV de la fuerza porteña al dejar la torre donde se ubicaba su domicilio, ubicada en las inmediaciones del centro comercial de la zona sur del conurbano, sobre la calle Luis Roasenda, que resultó ser su domicilio fiscal declarado en la AFIP, donde reconoció como actividad la venta minorista por internet. Polanco Muñoz residía en una de las unidades del séptimo piso, detallaron fuentes del caso a Infobae.
Allí, los policías incautaron una contadora de billetes, un celular y 5 mil pesos.
En otro departamento vinculado al narco, sobre la calle Estanislao Zeballos, los detectives hallaron una prensa hidráulica con matriz metálica que usaba para hacer ladrillos de cocaína, con sello propio: GTI206.
Polanco “compraba un pan de la droga de máxima pureza, lo rebajaba y, con esa sustancia, hacía dos ladrillos de mala calidad”, explicaron investigadores del caso. En el lugar, además, encontraron cocaína con la marca “Toyota” en bajo relieve. “Es la que tiene mayor pureza”, precisaron, tras realizar los primeros análisis.
Lo que sorprende de Polanco es su modalidad de negocios. Es inusual que un traficante compre droga, la corte y la vuelva a prensar, en vez de fraccionarla para la venta. Un ladrillo entero, desde ya, da la ilusión de pureza. En todo caso, al probarla, el comprador se dará cuenta del rebaje.
En el procedimiento, los policías secuestraron cuatro ladrillos de polvo blanco con un pesaje total de cuatro kilos y medio, además de una bolsa con un trozo compacto de cocaína, de 430 gramos, una bolsa de 314 gramos con la droga ya desmenuzada, dos cajas con sustancia para corte; la prensa, una balanza, elementos para corte y fraccionamiento.
Los detectives llegaron a Dilson tras investigar a su supuesto cómplice, un brasileño. Pedro Víctor Souza Carvalho fue sorprendido cuando dormía en una habitación del hotel de la zona de Montserrat, a metros del Palacio Barolo. Allí, los detectives lo despertaron y le pusieron las esposas. Según la investigación, distribuía la droga cortada que elaboraba Polanco.
En su habitación, los policías encontraron una bolsa con una bolsa de cogollos de marihuana, de 11 gramos, otra de cocaína de 46 gramos y billetes que sumaron 493 mil pesos. Al dealer, además, le secuestraron dos celulares.
El brasileño de 28 años ya contaba con antecedentes por narcotráfico. “Tenía pedido de expulsión vigente y, además, no tenía regularizada su situación migratoria”, detallaron fuentes del caso. En el caso también intervino la titular del Juzgado en lo Penal Contravencional y de Faltas N°28, María Julia Correa
A 24 horas de la detención, Polanco Muñoz aceptó su culpa en un juicio abreviado y fue condenado a cinco años y medio de prisión, precisaron fuentes allegadas al expediente. El vendedor de la droga, en tanto, recibió cuatro años.