Carolina Ledesma fue brutalmente asesinada el 19 de febrero pasado en Santiago del Estero. La víctima de tan solo 22 años sufrió golpes en todo el cuerpo y fue ahorcada con una sábana, lo que le provocó la muerte. El sospechoso era su ex novio Matías Loto, quien estaba prófugo desde la noche del crimen. Sin embargo, este martes se conocieron los resultados de ADN de los restos óseos hallados en un monte cercano a la localidad de Fernández, donde ocurrió el hecho. Se trataba de él, quien era intensamente buscado como autor del femicidio, según confirmaron fuentes del caso a Infobae.
Transcurrieron casi dos meses desde aquel macabro hallazgo. El pasado 6 de mayo, en medio de un operativo de rastrillaje, los investigadores encontraron un cráneo con dientes. El DNI de Loto también estaba allí, junto a una escopeta con cartuchos; su celular, dinero en efectivo, la moto, la llave, zapatillas, una bermuda y un pedazo de remera de color.
El entorno del sospechoso reconoció sus pertenencias casi de inmediato. Pero hasta este martes, restaban las confirmaciones de los análisis para poner fin al enigma.
“La familia de Carolina está muy triste, enojada y consternada. Hace dos meses que están estos huesos, es decir que Matías estuvo unos días con vida. Terminamos esta investigación de forma muy amarga”, sentenció Franklin Moyano, el abogado de la familia de la víctima, en diálogo con Infobae.
“Siento impotencia porque lo primero que queríamos todos era que a él se lo encuentre con vida para que pague todo el daño que causó”, señaló un amigo de Carolina Ledesma a este medio tras conocerse los resultados de ADN. “La familia quería que se haga justicia, que él pague todo lo que le hizo a ella”, agregó resignado.
Las pruebas que lo comprometían
Desde el femicidio de Carolina Ledesma, surgieron numerosas pistas que posicionaban a Matías Loto como el autor del crimen: relatos sobre violencia de género, informes de compañías telefónicas y mails amenazantes.
Su relación había terminado hacía meses. Sin embargo, el entorno de la víctima remarcó que el joven nunca aceptó la ruptura.
Según confió el abogado Franklin Moyano a Infobae durante la investigación, una vez que se pudo acceder a la tablet de Ledesma, se confirmó que había cortado todo tipo de vínculo con su ex novio y que estaba “bloqueado de Instagram y todas las redes sociales”. A raíz de esto, el sospechoso le había enviado mails en los que amenazaba con matarse si no volvían a estar juntos.
“Encontramos correos del 8, el 11 y el 13 de febrero pidiendo por favor volver a hablar”, explicó el letrado y aseguró que Carolina recibía “manipulaciones frecuentes”. “Decía que se iba a matar si no volvían, que no podía vivir sin ella, culpándola. Le decía que si le pasaba algo, era su culpa”, dijo sobre los mensajes que recibió la víctima días previos.
Los informes de las distintas compañías de telefonía resultaron claves en la investigación a cargo del fiscal Pedro Sánchez. “Los impactos de antenas de Matías, en esas horas anteriores, señalan que se encontraba merodeando en la casa de ella hasta las tres y media. De tres y media a cuatro y media, se encuentra el impacto de antena, es decir la geolocalización del celular de Carolina se encuentra exactamente en la geolocalización de él, es decir que han estado juntos en el mismo lugar”, relató Moyano.
Además, su entorno reiteró que la joven sufría violencia de género. El papá de la víctima, en conversación con este medio días después del crimen, recordó uno de los últimos episodios: “Matías se había enojado porque mi hija no quería abrir y rompió la puerta”.
La joven fue asesinada en la casa donde vivía sola, ubicada sobre la calle Almirante Brown, en la localidad de Fernández.
La autopsia reveló que murió por “asfixia mecánica” tras haber sido ahorcada con una sábana. Su cuerpo presentaba patadas en el estómago, las piernas y entrepiernas; y golpes de puño en uno de sus ojos y en la nariz.
Además, tenía signos de defensa y material genético debajo de sus uñas, por lo que se deduce que Carolina intentó resistir al ataque luchando contra su agresor. El estudio forense también arrojó que el desencadenante de su muerte fue la opresión en el cuello con una sábana.
Aquel 19 de febrero, sus padres la encontraron tirada en la cama.