Misteriosa renuncia de un fiscal de Rosario que había sido suspendido por la Legislatura

El fiscal provincial Mariano Ríos Artacho, quien se reincorporó el pasado 18 de junio a su puesto dentro del área de Delitos Económicos de la Agencia de Criminalidad Organizada tras haber cumplido una suspensión de dos meses -resuelta por la Legislatura de Santa Fe-, presentó su renuncia este martes al alegar “motivos personales”. Se trata del funcionario judicial que había sido sancionado por haber entregado de presunta forma irregular un Mercedes Benz C250 Kompressor secuestrado en un allanamiento a un comisario que fue detenido por abuso sexual.

La renuncia, que entrará en vigencia desde el próximo lunes 1º de julio, fue entregada este martes ante el fiscal regional interino Matías Merlo, a cargo del distrito Rosario del Ministerio Público de la Acusación tras la intervención dispuesta el 19 de marzo pasado por la jefa de fiscales de Santa Fe, María Cecilia Vranicich.

La decisión de Ríos Artacho generó sorpresa en el Ministerio Público de la Acusación, ya que venía de cumplir la sanción de 60 días que le había impuesto la Legislatura el 18 de abril pasado y no figuraba imputado en ninguna causa penal.

El fiscal, según publicó Infobae el 14 de mayo pasado, aparece mencionado -no imputado- en un expediente federal por el que se allanó y detuvo a una parte de una presunta estructura que responde a Los Monos en Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Entre los arrestados estuvo un agente de inteligencia federal, que recientemente fue excarcelado.

En esos procedimientos no fue localizado el policía exonerado Juan José Raffo, quien fue condenado en 2018 como integrante de Los Monos, y sobre quien pesa un pedido de captura. Raffo, según la investigación, logró escabullirse de la Justicia gracias a datos confidenciales que le habría dado el agente de inteligencia.

El policía condenado como miembro de Los Monos fue seguido en Rosario y en Buenos Aires por investigadores policiales, que lo vieron desplazarse por Ezeiza en un Cruze cuya documentación de la póliza de seguro figuraba a nombre del fiscal Ríos Artacho. De acuerdo a intervenciones telefónicas y a la acusación de la Fiscalía Federal Nº 2 de Rosario, el agente de inteligencia avisó a Raffo y a Ríos Artacho de que el auto era seguido por policías.

Según suponen en la Fiscalía Federal Nº 2 de Rosario, esa alerta hizo que Raffo no usara nunca más el vehículo. Por otra parte, el fiscal provincial se presentó de manera espontánea ante sus colegas Luis Schiappa Pietra y Matías Edery -quienes colaboraban con la causa federal- a ofrecer un descargo y documentación para mostrar que había vendido el Cruze y que por cuestiones burocráticas aún su gestora no había terminado de hacer la transferencia del vehículo.

En su argumentación, Ríos Artacho afirmó haberle vendido el Cruze al comisario Álvaro Rosales, un policía al que señaló conocer hace más de una década. Afirmó desconocer qué había sucedido con el auto y añadió que lo dejó asegurado a su nombre para mantener la responsabilidad civil hasta que finalizaran los trámites registrales para el traspaso de titularidad.

Rosales, a su vez, es el mismo policía al que le encontraron en diciembre de 2022 el Mercedes Benz C250 Kompressor que el propio fiscal le había entregado de manera presuntamente irregular tras un allanamiento en lugar de enviarlo a la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad). El comisario actualmente está imputado por abuso sexual.