“Personalidad psicopática”: qué reveló la pericia a la mente del funebrero asesino de Ramallo

Esta semana, Pablo Damián Grottini fue condenado a prisión perpetua por envenenar a su madre internada pero fue absuelto por las muertes de su hija adoptiva y su hermano Germán, que perdieron la vida en idénticas circunstancias

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La lectura del veredicto contra Pablo Damián Grottini

Pablo Damián Grottini, ex chofer de coches fúnebres, fue condenado esta semana a prisión perpetua por matar a su madre, Teresita di Martino, mientras estaba internada en el hospital San Felipe de la ciudad bonaerense de San Nicolás en abril de 2022. El Tribunal N°1 de San Nicolás, sin embargo, lo absolvió por otras dos muertes de la que había sido acusado: las de su hermano menor, Germán y su hija adoptiva Ailén Luz, de diez años, que vivía con un retraso madurativo. Ambos perdieron la vida en circunstancias idénticas a las de Teresita. Fueron internados repentinamente para luego fallecer en una cama de hospital.

En el caso de Ailén, incluso, le tomó fotos mientras moría en una sala de terapia intensiva, en medio de una serie de convulsiones. La niña no tenía ninguna patología alguna que se pudiera discernir: una batería de estudios descartó cualquier diagnóstico. Al morir Ailén, el funebrero le imploró al médico a cargo que no se le realizara una autopsia. Poco antes, le había preguntado a las enfermeras que cuidaban a su hija cómo se manipulaba la llave de tres vías que controlaba el suero.

A Teresita, su madre, precisamente, le envenenó el suero.

Grottini en una parroquia. "Muy
Grottini en una parroquia. "Muy católico", lo definían sus compañeros de trabajo

Sin embargo, a pesar de la exhaustiva investigación de la fiscal María Belén Baños, que logró la condena, no hubo fundamento científico, según consideró el Tribunal N°1, para condenarlo por las muertes de Germán y Ailén. No hubo autopsias para sus cuerpos; Grottini, que trabajaba en una funeraria de San Nicolás, no tardó en pedir sus cremaciones.

Ahora, todo esto lleva a suponer algún tipo de desorden psiquiátrico en Grottini, tal vez sería un demente asesino. Todo lo contrario: para empezar, se lo consideró imputable, capaz de enfrentar la acusación en su contra. Las pericias psiquiátricas y psicológicas a las que el funebrero se sometió en la cárcel tras ser arrestado por matar a su madre fueron una parte clave en el juicio en su contra.

Infobae accedió a sus contenidos. No todo es tan simple aquí, tal como en la mente humana misma.

Teresita di Martino, Ailén y
Teresita di Martino, Ailén y Grottini

“No se evidenció ninguna alteración. No tenía alucinaciones visuales o auditivas. Juicio conservado. Voluntad sin alteraciones”, aseguró el Tribunal en su veredicto. Las tres especialistas que lo analizaron también evaluaron la esfera afectiva en las cuatro entrevistas que le realizaron a Grottini El humor del condenado en eso encuentros fue de “eutímico a distímico”, de la normalidad a la depresión, con evidencias de “aplanamiento afectivo, dificultad para mantener relaciones, tendencia al ocultamiento y la manipulación”.

Así, las especialistas “advirtieron rasgos compatibles con personalidad psicopática”, algo que “no es trastorno ni enfermedad”, que puede encuadrarse como un tipo de personalidad antisocial, según el consenso general de la psicología.

Hoy, preso en la Unidad N°3 de San Nicolás, el hombre acusado de matar a toda su familia no tiene quien lo visite. Encerrado allí desde junio de 2022 bajo el régimen de modalidad atenuada, donde puede acceder a programas deportivos, a talleres y bibliotecas, y a encuentros con contacto físico; el asesino registró como allegados dos tíos, dos primos y un amigo. Ninguno lo visita en el penal, dijeron fuentes judiciales.

La fiscal Baños, por lo pronto, evalúa apelar las absoluciones por las muertes de su hermano y su hija.

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