Gabriel Eugenio Maini, de 50 años, fue detenido a comienzos de la noche de ayer jueves frente a los estudios de Radio La Red, ubicados en la calle Gorriti entre Humboldt y Fitz Roy, zona de Palermo, por intentar robarle el auto al periodista Walter Safarian, que trabaja en Fútbol 910, el programa conducido por el periodista Toti Pasman. En el ataque, Maini, según la acusación en su contra, cortó con un cuchillo a Safarian en su brazo izquierdo, lo que le causó una herida superficial. El sospechoso fue detenido casi en el acto por la Policía de la Ciudad que estaba en la zona, junto a los efectivos que trabajan de consigna a pocos metros en los estudios del canal América.
Según confirmaron allegados al periodista consultados por Infobae poco después del hecho, Safarian llegó a la radio, estacionó y “cuando fue a abrir la puerta, se le apareció un tipo con un cuchillo”. Sus allegados agregaron: “Walter piensa que le quería robar el auto porque no le pidió el celular, nada. Ahí, en seguida, apareció un patrullero y lo apresaron”.
La hipótesis de la tentativa de robo fue ratificada por fuentes policiales a este medio. Según investigadores del caso, Maini habría intentado robar otros dos vehículos minutos antes en la misma zona, con otras dos víctimas. Intentó llevarse un Volkswagen Nivus en la calle Arévalo al 1800. Corrió tras los gritos de transeúntes que lo vieron en pleno robo. Así, se dirigió a la calle Fitz Roy, donde esgrimió su cuchillo para robar un Fiat Cronos en la puerta de los estudios televisivos de América.
Finalmente, encontró a Safarian con su Honda Fit, que llegaba para trabajar. Tras el ataque, Maini fue arrestado.
Así, se le formó una causa en su contra por tentativa de robo y lesiones en el Juzgado N°42. Poco después, se descubrió que tenía un pedido de captura vigente ordenada por el Juzgado N°15 a cargo de Karina Zucconi, que data de abril de este año. Junto al hampón se encontró su cuchillo, con una hoja de 30 centímetros.
Maini es un trashumante del delito porteño. Con un viejo domicilio registrado en la calle Jujuy, hoy se encuentra en situación de calle según él mismo. Según registros judiciales, registra causas en su contra desde al menos desde 2013, cuando atacó a una mujer, un hecho que llegó a juicio en el Tribunal N°10 y por el que fue condenado.
Por este delito, Maini fue enviado a un penal federal, donde cobró un sueldo por realizar tareas menores. En ese penal, el ladrón que atacó al periodista protagonizó una pelea a golpes el 21 de enero de 2014 por la noche, donde no depuso su actitud a pesar de la intervención de dos penitenciarios.
Así, se lo acusó de “agredir físicamente mediante la utilización de lo que presumiblemente serían elementos contundentes y posteriormente mediante golpes de puño a otro interno, toda vez que no acataba la orden legalmente impartida por los celadores de pabellón de deponer su accionar agresivo, alterando de esta manera a la orden legalmente impartida”, asegura un documento judicial del año 2016.
En consecuencia, le dieron una sanción, con diez días de encierro estricto en una celda tipo buzón. Su defensa oficial apeló la medida.
El tratamiento del planteo generó más gasto de resma judicial que otra cosa, con un derrotero en Tribunales de más de tres años. Se convirtió en jurisprudencia, citada en al menos otros tres casos distintos en la última década de sanciones a detenidos por disturbios en prisiones. La apelación fue denegada por el Tribunal N°10, luego por la Sala IV de la Cámara porteña con el juez Gustavo Hornos.
Volvieron a sancionarlo por otro disturbio el 8 de marzo de 2016. Su defensa, nuevamente, apeló en dos instancias. La sala de turno de Casación con los jueces Mario Magariños, Daniel Morin y María Laura Garrigós de Rébori lo denegó en junio del año siguiente.
No solo eso: la sentencia en su contra por el ataque de 2013 llegó a la Corte Suprema tras pasar por la Cámara Federal. El máximo tribunal le dio un dictamen favorable en 2019.