Es una de las acciones más habituales: estacionar el coche al llegar a un lugar, bajarse, cerrarlo e ir a destino. Sin embargo, en el Conurbano bonaerense puede convertirse en una operación riesgosa, incluso, mortal. Como lo que ocurrió este miércoles por la tarde en la localidad de Caseros. Un jubilado de 83 años fue asesinado por delincuentes que lo interceptaron cuando llegaba a su casa y le dieron un disparo mortal al pretender robar su auto, informaron fuentes judiciales a Infobae.
La tragedia ocurrió sobre la calle Ángel Pini al 5000, entre General Hornos y M. Fernández D’Oliveira, en un barrio que conoce sobre este tipo dramas vinculados a la inseguridad.
En febrero de 2022, a cuatro cuadras de allí, sobre la misma Ángel Pini, Rolando Omar Villafañe (61), fue asesinado en su fábrica textil tras haber sido abordado por cuatro delincuentes cuando llegaba para comenzar su jornada laboral.
También en febrero, pero de este año, el podador Mario Lannizzotto fue asesinado de un disparo al quedar en medio de una persecución entre delincuentes y la Policía Bonaerense cuando cortaba el césped en una casa del cruce de Guaminí y General Hornos, a tan solo dos cuadras de donde este miércoles mataron al jubilado.
Fuentes del caso dijeron que “la víctima fue asesinada cuando le quisieron robar el auto”. Un coche de la marca Chevrolet. El jubilado recién había llegado a su casa cuando lo sorprendieron, al menos, tres delincuentes armados, según el portal LaRealidadOnline. Los ladrones huyeron tras balear a su víctima, padre de dos hijas.
Se cree que el jubilado se resistió al asalto, en base a la información recogida por el sitio SMNoticias; donde además se consignó que, si bien la ambulancia del SAME arribó rápido al lugar y trasladó a la víctima al Hospital Ramón Carrillo, llegó sin vida a ese centro de salud de la localidad de Ciudadela.
La causa es investigada por la fiscal Diana Mayko, de la UFI N°7 del departamento judicial de San Martín.
Allá por febrero de 2022, Julieta, la hija del empresario algodonero asesinado en su fábrica de Ángel Pini al 5400, reclamaba Justicia por su padre llorando: “Estamos desconsolados. Estamos cansados de esta inseguridad. ¿Quién va a ser el próximo? Él daba la vida por su fábrica, por nosotras, por el barrio, por la gente”.
El hombre fue asesinado por cuatro delincuentes que quisieron ingresar a su fábrica para robarle. Villafañe recibió un disparo en el abdomen y quedó tendido malherido al lado de su camioneta Ford Ranger. Apenas alcanzó a avisarle a su familia. Un vecino, que escuchó los tiros, lo socorrió y cuando llegó su yerno, lo llevó a la clínica de la Trinidad de Ramos Mejía, donde finalmente falleció por la gravedad de la herida.
El caso del podador Lannizzotto ocurrió cuando se encontraba trabajando en el frente de una casa de la localidad de Caseros. La víctima era un podador autorizado por la municipalidad y lo sorprendió en la esquina una camioneta que apareció una Toyota Hilux que circulaba a alta velocidad. Detrás iba una patrulla policial que los perseguía. La camioneta había sido robada.
De acuerdo con el testimonio de los vecinos, se trató de una persecución a los tiros: desde hacía varias cuadras los ladrones venían atacando a la Policía. Fue cuando pasaron por la cuadra en la que Lannizzotto trabajaba que el podador recibió un balazo que lo dejó tendido en el piso, provocando su muerte.