La Policía Bonaerense desarticuló una banda narco conocida como “La Monada” que se encargaba de distribuir y comercializar droga desde varios domicilios ubicados en el barrio La Cava, ubicado en la localidad de Beccar, perteneciente al partido de San Isidro. Varios kilos de droga, más de 200 mil pesos, más de una decena de armas y varios elementos vinculados a la producción de estupefacientes.
Un total de 12 personas fueron detenidas en el marco de la realización de diez allanamientos ordenados por el juez de Garantías N° 4, Esteban Rossignoli, luego de que el fiscal de la Unidad Funcional Especializada en Estupefacientes de San Isidro, Esteban Álvarez, elevara la solicitud. La organización delictiva estaba bajo la mira desde el pasado 24 de febrero de este año.
Los investigadores determinaron que el líder de la banda se trataba de Rodrigo Javier A. (23), apodado “Macaco”, quien fue sindicado de ser el encargado del abastecimiento de drogas y recaudar el dinero obtenido de las ventas. Según pudo constatar Infobae, el jefe contaba con antecedentes penales en otras causas vinculadas al narcotráfico.
De acuerdo a la ruta trazada por las autoridades, Macaco distribuía las sustancias entre las personas que se encargaban de vender la mercancía en la zona. No obstante, este contaba con el apoyo de varios de sus familiares para poder llevar a cabo la tarea sin ser descubierto.
Entre los familiares de Macaco que fueron vinculados en el circuito, los investigadores apuntaron contra su madre, Celia Karina M. (54); su tía Claudia Roxana P. (46) y su hijo Jonathan Uriel L. (18), alias, “Morocho”; su hermana Milagros Aylén A. (25); su abuela Norma; sus tíos Eva Lucía P. (37) y Alejandro Martín C. (21), conocido como “El Gordo Ale”. En el caso de Eva Lucía y el Gordo Ale se comprobó que estos se dedicaban a vender marihuana y cocaína, a la vez que utilizaban sus domicilios como puntos de ocultamiento de las dosis y otras armas de fuego.
Otro de los detenidos que fue acusado de estar comprometido en la venta de marihuana fue Mauricio Enzo M. (22), pero se trataría del único aprehendido que no tendría una relación de parentesco con el resto de la banda. Además, se estableció que el miembro del clan contaba con otros sujetos bajo su mando en calidad de “satélites” o “soldaditos” que tenían como función vigilar los accesos y dar aviso a la banda sobre la presencia policial o de automóviles que fueran ajenos al barrio. El pago por su servicios era acordado en montos de dinero y drogas.
En simultáneo, la División de Drogas Ilícitas de San Isidro estuvo a cargo del arresto de otros miembros de “La Monada” que fueron identificados como María Liliana H. (54), Francisco L. (18), Lorena Paola M. (38), y Marcelo Orlando Z. (19). Sin embargo, no trascendieron los roles que el resto de los aprehendidos habrían cumplido en la organización criminal.
Como producto de los operativos policiales, las autoridades confirmaron el secuestro de 1.150 gramos de cocaína dividida en 628 envoltorios listos para la comercialización y 6.010 gramos de marihuana que estaban repartidas en 432 dosis, una bolsa que contenía picadura de la sustancia, otra bolsa con trozos compactados y un lote y medio de la droga.
Por otro lado, descubrieron que la banda contaba con un arsenal distribuido en las diez viviendas allanadas. Entre las armas de fuego que fueron incautadas por los agentes, se encontraba un pistolón calibre 38, un revólver calibre 32, seis pistolas de diferentes marcas calibre 9, una escopeta tipo “tumbera”, dos rifles de aire comprimido, una réplica de una pistola 9 milímetros y una réplica de una ametralladora Mini Uzi.
En el armamento también fue detectado un revólver calibre 38 marca Taurus, que contaba con un pedido de secuestro activo en el marco de una causa “sin caratular” que se encuentra bajo la jurisdicción de la UFI N° 10 del Departamento Judicial de San Martín. Además, se halló un supresor -conocido popularmente como silenciador de armas-, 16 cargadores calibre 9 mm, y una serie de cartuchos (550 de 9 mm, 441 de calibre 22, y 47 de calibre 38).
Por último, las autoridades señalaron que la organización poseía seis balanzas, 17 celulares, sustancia de corte, un chaleco antibalas sin numerar, dos handyes, un cuchillo tipo lanza, una máquina de contar billetes y $275.420 en efectivo. Asimismo, tres licuadoras fueron sumadas al expediente al detectarse que tenían vestigios de marihuana y varios recortes de nylon que eran utilizados como envoltorios.