En los últimos años, la Villa Zavaleta de Barracas se convirtió en la nueva zona caliente para las viudas negras de la ciudad de Buenos Aires, con una larga lista de mujeres jóvenes arrestadas por drogar con psicofármacos y desvalijar a hombres mayores en falsas citas. “No puede ser que no se conozcan. Son un montón”, decía a fines de 2023 un prominente juez de instrucción porteño, acostumbrado a la problemática.
Esta semana, el Departamento Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la PFA entró de vuelta a la Zavaleta tras una investigación a cargo del juez Alejandro Ferro y el fiscal Marcelo Retes. Se llevaron detenidas a Kiara G. de 18 años y a su amiga Eunice L., de 22, nacida en Paraguay, acusadas de robarle a un hombre en Belgrano R el 5 de diciembre pasado.
El hijo de la víctima descubrió a su padre en el piso de su departamento de la calle Vidal tras horas de llamar y no recibir respuesta. Lo vio dopado, casi sin poder moverse, con una fuerte dosis de benzodiazepinas en la sangre.
Allí, la víctima le aseguró a su hijo que había tenido una cita la noche anterior, una chica jovencita que había conocido por Tinder. Pudo recordar su alias, “Nicole21″. Poco después, luego de una visita del SAME, cuando pudo ponerse de pie, descubrió todo lo que faltaba: tres notebooks, doce mil dólares, 300 mil pesos argentinos, un reloj y los guantes Harley Davidson para andar su moto.
También, todo su pequeño arsenal: ocho pistolas de diferentes calibres y 750 balas. Para un par de viudas negras de la Zavaleta, acostumbradas a botines menores, realmente fue un golpe.
Tras combinar análisis telefónicos con tareas de campo, la Federal determinó que “Nicole21″ era Kiara G. Las huellas de Eunise fueron encontradas en la escena: se cree que ingresó luego de que su amiga drogó a su víctima. Así, la PFA fue por ellas.
Las mujeres que operan en esta modalidad rara vez trabajan solas. Siempre hay un equipo de apoyo para la huída. Se determinó que dos hombres supuestamente las ayudaron a transportar el botín. Ariel Damasio Rotela R. y Damasio Rotela F., de 44 y 68 años respectivamente, ambos nacidos en Paraguay, fueron identificados en la causa y arrestados en la causa. Los allanaron en su casa de la manzana 5, donde les encontraron una pistola y un viejo revolver Colt, una caja de balas y cuatro celulares. El mayor de estos dos detenidos
A Kiara le incautaron su teléfono celular, que podrá ser peritado. Eunise cayó con bastante más: le encontraron un blister de psicofármacos, varias balas, una picana eléctrica tipo taser, 200 mil pesos, 263 dólares, pesos cubanos, mexicanos, euros y guaraníes.