El narco salteño René “Manudo” Guzmán fue indagado en las últimas horas por el juez federal Carlos Vera Barros. Lo acusa de ser el organizador y financista de, al menos, dos cargamentos por un total de 484 kilos y 15 gramos de cocaína secuestrados por Gendarmería en marzo y diciembre de 2023.
Señalado como el jefe del “cartel del Valle de Acambuco”, “Manudo” sufrió el traspié más grande de su carrera criminal el 7 de abril de 2023, cuando se enfrentó a los tiros con gendarmes en un paraje de Santiago del Estero, muy cerca del límite con Salta. Ese día terminó herido y detenido. Lo peor: le secuestraron un celular con contenido sensible para la organización que demuestra que estaba detrás del más mínimo detalles.
El narco -también conocido como “El Grande”- es poseedor de un porte que da miedo y, quienes lo conocen, hablan de su ferocidad e intrepidez. “Es capaz de matar traidores”, detallaron fuentes del caso a Infobae. Se trata de un pez gordo de la cadena de recepción y distribución.
Es probable que “Manudo” supiera que esa captura fortuita marcaría un gran inconveniente para su negocio. Sucede que un mes más antes, el 18 de marzo de ese 2023, cerca de las 23.30, Gendarmería halló en un control 400 panes de cocaína, en 14 bolsas arpilleras, en medio de una carga de porotos. Fue a la altura del peaje General Lagos de la autopista Rosario-Buenos Aires. El camión había salido de la localidad de Campo Duran, en la provincia de Salta, se detuvo 25 horas en Santiago del Estero y tenía como destino al Mercado Central de Buenos Aires, en Villa Celina.
Al camionero que llevaba el cargamento, Juan Manuel Enrique Vizcarra “los loros” -como llaman los narcos a los gendarmes- lo apresaron y también le incautaron un teléfono caliente con valiosa información.
Entre los contactos del chofer, se destacaba uno, agendado como daniela2498martinez. Los detectives no tardaron demasiado tiempo en deducir que se trataba del jefe narco. La organización suele utilizar nombres de mujeres para enmascarar sus verdaderas identidades. Fue cuestión de tiempo cruzar los datos de ese teléfono con la información hallada en el celular en poder de “Manudo”.
En las conversaciones, los detectives encontraron evidencias sobre cada una de las etapas de la operación detrás de la cocaína en los porotos. “Yo soy el patrón de los tres que estuvieron bajando”, se presentó en diciembre de 2022 Guzmán a las personas que le facilitaron el campo donde debía aterrizar la droga, en Villa Nueva Esperanza, una localidad de Santiago del Estero.
En otro charla, le dijo a un hombre de nacionalidad boliviana, identificado como B.N.A., dueño del camión elegido para trasladar el polvo blanco: “Será que podemos llevar esos caballitos, varios caballitos ahí, usted ya sabe de lo que le hablo…”. En el pasado, ya había utilizado esa jerga para referirse a un cargamento de cocaína, de acuerdo a una investigación de Gendarmería, comandada por Juan Carlos Rengo Luna, en Salta. Esa causa llegó a juicio y alcanzó ocho condenas. Pero la banda, siguió operando.
Según el nuevo expediente, en manos del fiscal Matías Scilabra de la Oficina de Narcocriminalidad del Área de Casos Complejos del Ministerio Público Fiscal de Rosario y el fiscal coadyuvante de la PROCUNAR, Martín Uriona, el vehículo con la carga de porotos y drogas que comandaba Vizcarra registró varios cruces a Bolivia. Creen que la maniobra había sido realizada de manera constante y frecuente, con la participación de otros choferes, a quienes la banda captaba.
“Che, ñaño, ¿vos estás lejos de Campana? De Rosario a Buenos Aires, ¿cuántas horas hay? Y cuándo vos pasaste, ¿estaba todo bien, tranquilo o había controles? Porque este infeliz se desconectó y no me contesta, che”, le preguntó enojado el líder a Carlos Oscar Suárez, encargado de hacer “punta” (personas que viajan delante del transporte con la cocaína para verificar que no haya controles), sobre Vizcarra.
Ese contacto sucedió el 19 de marzo de 2023. El camionero, para ese entonces, ya estaba esposado.
“Él tiene que descargar poroto, poroto llevaba, ¿no hay noticia? ¿No entraste vos a ver noticias, algo así no hay nada?”, insistió. “Ya han llegado dos, tres camiones, han llegado y ese no ha llegado”, indicó el ladero sin poder llevar soluciones a su jefe.
Es probable que “Manudo”, tras el secuestro de la cocaína, le haya tenido que dar explicaciones a “La Señora” y al “Coya”, la pareja que esperaba la carga y que lo habría contratado para el transporte.
“Nosotros manejamos la zona”
“Manudo” conoce muy bien los secretos de la zona por donde pasan los camiones con droga. Su banda, incluso, utilizaba un mapa a mano alzada de la ruta 46 en el que estaban marcados los sitios sin señal y casas de vecinos que podrían darles conexión en caso de necesitarla. También los controles de Gendarmería, desde Salvador Mazza hasta Mendoza, Córdoba, Rosario, Buenos Aires y Neuquén.
En el dispositivo incautado al chofer del camión Vizcarra detectaron un número identificado como “.”. Esa misma línea estaba guardada en el teléfono de ”Manudo”, pero con el alias de “Negro”, en referencia a su cuñado, Nelson René Garzón, un jugador clave de la estructura, abocado a la seguridad de los cargamentos, quien fue detenido junto al líder durante el enfrentamiento con los gendarmes.
“Me pide satelital, me pide antena de amplificación de señal. No sé qué, un montón de cagada nos pide; que la gente del alcance esté conectado, o sea mucho, mucho protocolo nos pide; y pregunta una cosa y pregunta otra”, se quejó Garzón en una charla previa al bombardeo de droga que terminó en el cargamento de porotos y que, estiman, ocurrió entre el 12 y 14 de marzo de 2023, en algún punto de Villa Nueva Esperanza en Santiago del Estero. Hablaban sobre otro eslabón de la cadena que exigía garantías.
“La zona nosotros la manejamos, la conocemos. No, yo no quiero ni salir ni andar mucho por ningún lado, porque por el mismo hecho de tema de seguridad, yo tengo gente que me informa”, siguió sobre la figura de algún eslabón que intermediaba.
Una vez que la droga descendió de los cielos en una avioneta que aterrizó en una pista clandestina y Vizcarra había llegado con el camión al punto marcado por coordenadas, “Manudo” ordenó: “Traten de meterlo al fondo”. “Ya está bien acomodado”, le respondió su cuñado.
Al mismo tiempo, detectives encontraron intercambios en el que los miembros de la banda hacen referencia a “los fierros” de la organización. “Che, te cuento que probado el producto, yo digo que tiene 20 a 30 la k, vos me has dado mucho más fuerte que esta”, remarcó. Es probable que hablen del subfusil, con un cargador para esa cantidad de proyectiles, con el que “Manudo” se enfrentó a los efectivos.
Incluso, los agentes encontraron una charla en la que uno de sus laderos, Ricardo “Charly” Obando le reclamó por el dinero que recibió a cambio de sus servicios: recoger la droga, trasladarla hasta el lugar donde fue cargado en el camión y acondicionarla.
“Ya me he enterado también que andabas pagando hasta ocho mil dólares, culiao”, le dijo el peón narco. “Está lo que es el riesgo, ñaño. No se paga más de lo que no es el riesgo, ¿me entendés? Ahí no hay control Charly, el riesgo siempre está, pero no hay control, no hay nada, por eso uno paga lo que paga, dependiendo el riesgo”, le explicó “Manudo”, como si fuera el gerente de una empresa.
En el celular secuestrado a “Manudo”, los peritos contaron 16.806 imágenes, entre ellas, la de su cuñado portando el subfusil con el que enfrentaron a los gendarmes el 7 de abril de 2023. También encontraron fotos de una pequeña aeronave en una pista clandestina, las bolsas arpilleras y ladrillos de cocaína.
“Mierda que está linda la coca”
“Mierda que está linda la coca, Bolsa. Me ha amortiguado la jeta, boludo. Mejor de lo mejor, boludo; hacía rato que no me amortiguaba así la jeta”. De esta manera, José “Chamucho” Canteros le contaba a su colega Esteban “Verdugo” Rodríguez que había probado los estupefacientes que trasladaba en su camión: más de 56 kilos de cocaína disimulada en una carga de bananas, que también tenía como destino el Mercado Central.
La charla ocurrió el 12 de diciembre de 2023, cuando “Manudo” ya ocupaba un camastro de la cárcel de Ezeiza, una circunstancia que no le impidió seguir al frente de la red narco. Los choferes no lo sabían, pero estaban siendo escuchados por el Escuadrón de Operaciones Antidrogas de la Gendarmería Nacional.
El 29 de diciembre de 2023, “Chamuco” fue detenido por Gendarmería en el control del kilómetro 271 de la ruta nacional N° 9. Dentro del vehículo que conducía encontraron la droga en tres cajas de cartón, escondidas entre la fruta. El hallazgo de un celular en la celda que ocupa el líder narco, en una requisa realizada el 11 de enero pasado, hizo el resto.