Luego de que se registrara un descenso en la cantidad de homicidios reportados, asesinaron de un balazo el viernes por la noche a un hombre de 39 años en Rosario. Por el momento, se conoció que tenía un pedido de captura activo. A pesar de esto, el móvil del crimen y la identidad de los responsables aún es un misterio.
Cerca de las 21:30 horas del viernes, la Policía de Santa Fe constató el asesinato de un hombre que fue baleado en el pasillo de una casa ubicada sobre el boulevard 27 de Febrero al 7849, en la zona oeste de la ciudad. Después de que dieran aviso a las autoridades judiciales, el masculino fue identificado como Miguel Ángel Escobar.
La investigación recayó en manos del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Adrián Spelta, quien ordenó al gabinete criminalístico que lleve a cabo las tareas de inspección y preservación de la escena del crimen, pericias fotográficas, recopilación de testimonios y entrevistas a personas que pudieran sumar información crucial para la causa, además del levantamiento de rastros y/o elementos.
Hasta el momento, se confirmó que los investigadores secuestraron una vaina servida calibre 11.25 en los alrededores de donde fue atacado el hombre. Sin embargo, no se determinó si la persona que disparó el arma homicida solamente ejecutó uno o más disparos durante el ataque.
Por medio de las consultas realizadas a los testigos, la Brigada de Homicidios logró conocer que los autores del asesinato serían dos hombres que habrían llegado al lugar en una motocicleta. Ambos estaban vestidos con ropa deportiva y, según los detalles recabados por Rosario3, estos llamaron a la víctima y le dispararon en la cara sin mediar palabra apenas salió a la calle.
Aparentemente, la muerte de Escobar se habría producido de manera instantánea, debido a que los efectivos policiales confirmaron al diario La Capital que el cadáver presentaba un impacto realizado con un arma de fuego en el área del cráneo. De la misma manera, informaron que la víctima contaba con un pedido de captura activo en su contra, a la vez que poseía antecedentes penales.
Una de las potenciales hipótesis de los investigadores plantea que el asesinato estaría relacionado a problemas de vieja data que habría tenido Escobar, ya que estaría relacionado con un caso de usurpación y toma de terrenos realizada en la zona de Seguí y Larralde, una de las regiones periféricas de la zona oeste, cerca del límite con la zona sur.
El día anterior un joven fue baleado en el barrio Ludueña, situado en la zona norte de la ciudad. Durante la noche del jueves, la víctima, de 21 años recibió un disparo en una de sus piernas en la calle Gorriti al 5700 luego de haber mantenido una discusión con otra persona. No obstante, la secuencia de los hechos no fue confirmada por los investigadores.
Herido, se acercó hasta un puesto de control ubicado en Bielsa al 5600, en el que se encontraba un grupo de gendarmes. Al constatar la herida causada por el arma de fuego, los agentes se encargaron de trasladarlo hacia el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria.
La causa será investigada por el fiscal Pablo Lanza, a cargo de la Unidad de Flagrancia, quien buscará descubrir cuál de las dos versiones que ofrecieron los testigos es la real. En una de ellas, aseguraron que el joven había tenido una discusión con su madre, presuntamente, por un reclamo de su actual pareja y todo habría escalado hacia otros niveles de violencia.
En cuanto a la segunda versión de los hechos, se presupone que la víctima caminaba por la cuadra, cuando un hombre en moto que pasaba por el lugar le disparó sin siquiera haber discutido. Por el momento, no se confirmó si el joven brindó su relato de lo ocurrido a las autoridades.