Una docente de 50 años fue encontrada brutalmente asesinada en su casa de Rawson, Chubut, luego de que su entorno reportara que se encontraba desaparecida. Las alarmas se activaron, cuando la mujer no se presentó a dar clases este martes por la mañana. Varias horas después, se confirmó el desenlace fatal y las autoridades iniciaron las pericias correspondientes para dar con el/los culpable/s.
El hallazgo ocurrió cerca de la tarde noche del martes, cuando el personal de la Policía de Chubut encontró los restos de la víctima en su vivienda ubicada en la calle Vawer al 200, en el Área 16 de la capital chubutense. La escena con la que se toparon era bestial, debido a que la maestra tenía signos de haber sido maniatada, golpeada y baleada.
Uno de los detalles que llamaron la atención a los investigadores fue que el automóvil de la docente no se encontraba en el domicilio. Por este motivo, lo rastrearon hasta confirmar que el rodado había sido abandonado en las cercanías de la cancha del Club Argentinos del Sur, de la localidad de Gaimán, es decir, a unos 40 kilómetros aproximadamente de la propiedad.
Según la información obtenida por Diario Jornada, las autoridades plantearon la posibilidad de que la mujer haya sido asesinada en medio de un contexto de robo. No obstante, los efectivos y las autoridades judiciales se presentaron en el lugar de los hechos para recabar pruebas y realizar las pericias correspondientes.
Hace algunas semanas, una bibliotecaria de 45 años conmocionó a la localidad de Charata, Chaco, luego de que fuera abandonada con varias puñaladas en el cuerpo en un camino rural. Al igual que en el caso chubutense, la mujer identificada como Érica Torres se dirigía a su trabajo en la Escuela N°266, cuando fue atacada por un conductor al que le había pedido un aventón.
Las cámaras de seguridad de la zona confirmaron que la mujer se había dirigido hacia la intersección de las rutas N°89 y N°6 en su motocicleta, a la cual había dejado estacionada en la estación de servicio del lugar, para poder “hacer dedo”. Minutos después, una camioneta Ford F-100 con cabina simple se detuvo y subió al vehículo, sin imaginar que al volante se encontraba su asesino: Juan Cáceres (41), un hombre que contaba con condenas previas por abuso.
De acuerdo al Diario Norte, las grabaciones permitieron a los investigadores dar con el paradero del responsable, quien admitió en una indagatoria que había apuñalado a la bibliotecaria y la había tirado del vehículo por no haber podido abusar de ella. En medio de la rabia por la frustración, el agresor le asestó unas 18 puñaladas, repartidas entre la zona del cuello, tórax y muñecas.
A pesar de que la bibliotecaria había sido asistida por un camionero que transitaba por el lugar y dio aviso a las autoridades, lo cierto es que las lesiones que sufrió fueron de tal gravedad que no pudieron impedir su muerte en el hospital de la zona en la que se encontraba internada.
Luego de que secuestraron la camioneta de Cáceres y realizaron varias pericias en el interior de la misma, los investigadores dieron con el paradero del arma homicida. Con la ayuda de un conocido del femicida, la policía descubrió que éste había escondido el cuchillo en un sector del patio de su conocido.
Previo a esto, el hombre se había presentado a declarar en la comisaría de Las Breñas después de que el acusado reconociera haber sido el autor del crimen. En medio de su declaración, el colaborador mencionó que Cáceres había dejado su motocicleta en su casa y había notado que sus perros se encontraban inquietos en una zona específica del terreno.
De esta manera, el fiscal y los peritos científicos allanaron la propiedad, en la que encontraron una navaja de 14 centímetros de largo, la cual tenía una hoja estilo serrucho plegable en la zona superior de esta. Además, confirmaron que en el lugar también hallaron varios elementos que serían de interés para la investigación.