Leonardo Cositorto, quien está acusado de ser el líder de una asociación ilícita y de 163 hechos de estafa reiterada, está preso en el penal de Bouwer de Córdoba. Este lunes, decidió dar una nota para defenderse públicamente de las acusaciones y, en ese tren, le endilgó las culpas de la cesación de pagos a la fiscal de Villa María, la que inició la causa, según él, a pesar de que Generación Zoe “no opera” en esa provincia “porque es de otra empresa”.
Cositorto buscó también desligarse de las responsabilidades que se le acusan: “La denuncia la genera la corrupta de la fiscal (Juliana) Companys, que hace que una persona denuncie, y con una denuncia, en una ciudad donde no esperábamos, genera 31 allanamientos y nos embarga todas las cuentas”.
“La fiscal, con su estilo prepotente y controlador, dice que yo salí del país y volví de manera ilegal, cosa que es totalmente mentira, está comprobado en el pasaporte. Y me manda a la Interpol, que me rodea la casa con ametralladoras. Yo me entrego a voluntad”, agregó Cositorto en declaraciones a C5N.
A su vez, nuevamente hizo hincapié en que su situación judicial es culpa de la funcionaria que lo mandó preso: “¿Quién es la que cierra las empresas, allana todo y hace un desastre para hacerse la mediática y la vedetonga? La fiscal de Villa María. Si vos me bloqueás las cuentas y no me dejás operar, vos misma me estás haciendo incumplir la promesa de pago”.
Asimismo, en su exposición defensiva, afirmó: “Los damnificados fueron generados por la señora de Villa María. Si me dejasen libre, no solamente les pagaría, sino que hasta les daría un plus”.
Además, el creador de Generación Zoe aseguró: “Yo no estafé, porque en Villa María operaba otra empresa. Te ponen una etiqueta y una difamación. Simplemente, estoy pidiendo que me dejen con una tobillera o en mi casa”.
Por otra parte, Cositorto detalló que “la empresa pagó durante 31 meses y solo hay 7.350 denuncias a nivel mundial sobre más de 100 mil personas”. “¿Cómo no voy a poder seguir pagando? Así y todo, yo mando dinero desde otros países para pagarle a un montón de gente. ¿Por qué no denuncian 100 mil personas y sí lo hacen 7.350? Porque son las últimas que ingresaron y no pudieron recibir nada”, lanzó el imputado.
“No estoy condenado para que me tengan preso. Ahora se vienen las denuncias y los juicios contra la fiscal, contra la provincia y, si es necesario, contra la Nación”, dijo luego de que la causa fuera elevada a juicio en febrero pasado. Y lanzó: “Soy inocente ante Dios, moral y jurídicamente”.
Para finalizar, el líder de Generación Zoe señaló: “Esto no es un esquema piramidal. Si vamos a juicio tengo todo para demostrarlo. La envidia y maldad que hay en Argentina hizo que no nos dejen avanzar”.
La causa
Generación Zoe comenzó en 2017 y se expandió a 17 países, con 65 oficinas y más de 80.000 miembros. En un principio, ofrecía cursos de coaching a través de plataformas digitales. Con el tiempo, se transformó en un emporio que incluía su propia criptomoneda, locales de hamburguesas, un equipo de fútbol (Deportivo Español), inversiones en bienes raíces y minas de oro. Además, hasta llegó a crear su propia iglesia: Aviva Zoe.
Las denuncias comenzaron a surgir cuando varios inversores notaron inconsistencias en los pagos prometidos y dificultades para retirar sus fondos. Según los testimonios, Generación Zoe funcionaba bajo un esquema piramidal, donde el dinero de los nuevos inversores era utilizado para pagar a los anteriores.
Sin embargo, en abril de 2022, Cositorto -CEO de Generación Zoe- fue detenido en República Dominicana por Interpol: se encontraba prófugo de la Justicia desde febrero, con imputaciones y pedidos de captura en Buenos Aires, Corrientes, Salta y Rosario.
Ahora, espera el juicio en el penal de Bouwer, Córdoba, mientras la Fiscalía N° 2 de Villa María, a cargo de la fiscal Juliana Companys, avanza en la causa que lo acusa de liderar una asociación ilícita destinada a cometer estafas.