En la mañana de hoy, la Comisaría 9° de Villa Caraza de la Policía Bonaerense fue allanada por órdenes del fiscal Martín Rodríguez, titular de la UFI N°5. Dos efectivos -un oficial inspector, Leandro Segovia, jefe del Gabinete Técnico Operativo de la seccional y un subteniente de apellido Castillo, también miembro del GTO- fueron detenidos.
El delito del que se los acusa: extorsión, cobrarle a un detenido para liberarlo, con un curioso plan de pago en dólares.
El hecho ocurrió el 26 de mayo último a las 4 AM. Allí, Segovia enfrentó al detenido en cuestión, acusado en una causa por usurpación, con un breve monólogo. “¿Cuanto vale tu libertad? Vos no entendés como se manejan las cosas, ¿Vos te querés ir ahora? ¿O te querés quedar hasta el lunes, martes o cualquier día?”, asegura una fuente clave en el expediente.
Así, según el testimonio de la víctima, Segovia le habría exigido al hombre 400 dólares en el acto y dos mil más a pagar en los próximos días. Anteayer, Segovia lo habría cruzado otra vez al detenido, ya suelto: “No te olvides de Papá Noel”, le habría dicho, como para reforzar las cosas. Castillo habría actuado como campana en el apriete, también como refuerzo moral. “Soy más malo que Segovia”, le habría asegurado.
Ayer jueves, el hombre pagó. Le entregó 140 mil pesos a Segovia, bajo la mirada de Castillo. Pero el oficial inspector, tal vez ignorante de los clichés del rubro, no sabía que le tendían una trampa. Su víctima ya había denunciado la extorsión a la Justicia. Esos billetes, que fueron encontrados en el allanamiento realizado hoy, estaban marcados.
La indagatoria de ambos policías se espera en las próximas horas. El área de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial desafectó a ambos policías, así como al titular de la dependencia. En el allanamiento al lugar se encontraron 43 gramos de porro que no estaban vinculados a ninguna causa.
Curiosa fuga en la Comisaría 9°
Por lo visto, no es una buena semana para la Comisaría 9°. El lunes último, Lucas Matías Javkin, se fugó de la dependencia de Villa Caraza. La historia era al menos curiosa: Javkin tenía una mano esposada a un caño de contención fuera del sector de los calabozos, a espera de ser trasladado a otra dependencia, ya que, supuestamente, se había peleado con otros detenidos.
No estaba encerrado por un delito menor, ciertamente: la DDI de San Martín de la Policía Bonaerense lo había detenido por intentar matar a un familiar al que le intentó robarle dinero, tentativa de homicidio. Fue encontrado en una casa en Villa Devoto, su barrio, donde un amigo lo ocultaba. Así, lo llevaron a la 9° en Villa Caraza.
Y de allí, se fue. La excusa oficial, según aseguraron los policías en el lugar, fue que Javkin logró zafarse de las esposas y corrió.
La fuga de Javkin también es investigada por el fiscal Rodríguez.