Un adolescente de 15 años fue encontrado en la tarde de ayer martes dentro una casilla de la zona oeste de Rosario. Estaba maniatado, con golpes en el rostro y quemaduras en las manos, en la pierna derecha y en el abdomen. Según le dijo a los agentes del Comando Radioeléctrico y de la Policía de Acción Táctica que acudieron al lugar, estuvo secuestrado allí desde el pasado domingo.
En el procedimiento, la fuerza santafesina aprehendió en una precaria casa lindera a tres sospechosos, identificados como Rodrigo Manuel G. (23 años), Elías Máximo C. (20) y Uriel Rubén P. (18), quienes quedaron a disposición del fiscal César Pierantoni del Ministerio Público de la Acusación.
El menor fue encontrado en el asentamiento situado en el cruce de Larralde y boulevard Seguí, en el barrio Godoy, después de que un llamado al 911 indicó que presuntos integrantes de Los Monos tenían retenido a un chico.
Así, el menor fue trasladado rápidamente en una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde recibió asistencia médica y quedó internado con pronóstico estable, según confirmaron fuentes del caso a Infobae.
En el domicilio en el que fueron arrestados los sospechosos, la Policía secuestró un revólver calibre 22 con la empuñadura envuelta con cinta aisladora, una Honda Wave 110cc. negra que tenía denuncia por robo del pasado sábado en Hermana Paula al 3400 –también en el barrio Godoy– y una Honda CG Titán 150cc. roja con pedido de secuestro activo desde el 28 de mayo, cuando el dueño denunció el hurto en Cabín 9, en jurisdicción de la vecina ciudad de Pérez.
En la casilla donde se rescató al adolescente se hallaron manchas de sangre. La Policía de Investigaciones fue comisionada por el fiscal Pierantoni para llevar adelante las pericias, con un relevamiento de cámaras de videovigilancia en la zona y la toma de testimonios.
Los aprehendidos, en tanto, fueron trasladados a la Comisaría 32ª. Se espera información oficial del Ministerio Público de la Acusación para conocer cuál es su situación procesal.
“Ingresó compensado hemodinámicamente con varias lesiones, viejas y nuevas, que según él, fueron realizadas por sus captores”, aseguró el doctor Eduardo Casim, director del hospital Vilela: “Parcialmente, contó lo que le pasaba, lo mismo los policías que lo trajeron”, continuó.
Luego, se presentó la madre del menor en el hospital. Allí, en compañía de la mujer, el chico rescatado relató los hechos con mayor profundidad: en su racconto, aseguró que fue quemado en varias ocasiones. Tenía varias lesiones superficiales, con un hematoma en la cara, ratificó el médico.
“Con tanta crudeza, que nosotros sepamos, no hubo otro caso así”, finalizó Casim.
Según confirmaron fuentes oficiales, el menor -que ya fue identificado- hace tiempo que es conocido en el dispositivo de Niñez por su adicción a las drogas y su situación de vulnerabilidad. Se cree que le habría quitado cocaína a un transa de su barrio, lo que habría motivado el supuesto secuestro.