En medio de la investigación por el crimen de Mateo Mardone, el bebé de dos meses que fue asesinado a golpes en La Plata, se conocieron los resultados de la autopsia que le practicaron a los restos del menor de edad. Luego de que el personal médico denunciara la presencia de fracturas y golpes de vieja data, los peritos forenses revelaron todas las lesiones que provocaron su muerte.
De acuerdo al informe forense, la criatura había sufrido un “cefalohematoma bilateral en región parietoccipital”, es decir, una hemorragia situada entre el cráneo y el cuero cabelludo que fue provocada en ambos costados de la parte posterior de la cabeza. Además, fue detectado un hematoma frontal en la zona derecha.
Las lesiones más contundentes que hallaron los especialistas fueron las múltiples fracturas que había sufrido el cráneo, las cuales provocaron que se originaran múltiples signos de sangrado. De la misma manera, señalaron la presencia de un edema, en referencia a la hinchazón provocada en el tejido blando de la cabeza del niño.
El bebé también contaba con varias marcas compatibles con una equimosis, un tipo de lesión que es similar a un moretón, pero que tiene apariencia de mancha en colores amarillos y/o negros. Según la información a la que accedió el medio local 0221, las zonas que fueron afectadas por las equimosis fueron el pabellón auricular perteneciente al oído derecho, la zona infraorbitaria frontal derecha -el área cercana al pómulo y la nariz-, y otra que fue encontrada en el glúteo izquierdo.
Previo a esto, había trascendido un adelanto de las pericias que permitieron confirmar que el menor de edad había sufrido una serie de maltratos. El procedimiento había constatado la fractura y varias de las lesiones, pero lo más llamativo fueron las lesiones cicatrizadas que tenía pese a solo tener dos meses de vida.
La tarea de esclarecer el caso recayó sobre el fiscal Juan Menucci, perteneciente a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°6, quien ordenó la detención inmediata del padre del menor, Lucas Javier Mardone, de 30 años. El hombre había sido el responsable de llevarlo al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez el sábado pasado, pero al enterarse de la muerte de su hijo se dio a la fuga.
A pesar de que el principal acusado intentó evadir a la Justicia, el personal de la Comisaría 6° ya contaba con su identificación, por lo que concurrieron a su domicilio para detenerlo. En paralelo, se ordenó un allanamiento en la propiedad ubicada en el barrio El Mercadito, de la localidad de Tolosa, en donde los agentes secuestraron gasas con sangre que podrían ser vitales para la investigación.
Frente a esto, el progenitor de Mateo fue imputado por el delito de homicidio agravado por el vínculo y alevosía luego de que se negara a declarar en la audiencia a la que fue citado el lunes pasado. Por este motivo, el juez Pablo Raele ordenó que quedara detenido y solicitó en calidad de urgente que el personal del Servicio Penitenciario Bonaerense abriera un cupo para que fuera alojado en la alcaidía platense.
Aunque Mardone se negó a hablar de lo ocurrido, los médicos que atendieron a la víctima en el hospital aseguraron que el hombre contó en la guardia que estaba cuidándolo junto a su abuelo. Según esta versión, le había dado el biberón para después hacerlo dormir, pero que en un determinado momento notó que sus brazos se pusieron rígidos.
El hombre aseguró que al haberlo tomado en brazos descubrió que el bebé estaba “blandito”, pálido y que no respiraba. Por esta razón, relató cómo comenzó a hacerle masajes y a practicarle respiración boca a boca con la esperanza de poder reanimarlo. Acto seguido, lo trasladaron en un auto particular hacia el centro médico mientras continuaban con la estimulación cardíaca.
Hasta el momento, los investigadores no determinaron si la madre del menor será imputada por el caso. Según los datos que trascendieron, se trata de una joven de 17 años que sería media hermana del acusado, quien será sometida a estudios psicológicos con el objetivo de establecer si es capaz de comprender la criminalidad del acto.