La localidad cordobesa de Bialet Massé se vio conmovida por el violento asalto que sufrió un jubilado de 77 años en su casa en un episodio de inseguridad ocurrió en la madrugada del lunes.
Según declaraciones de vecinos, los asaltantes ingresaron por segunda vez a la vivienda del anciano, lo golpearon y le sustrajeron varias pertenencias, incluyendo lo que quedaba de su jubilación.
Señalaron además que durante el ataque, el jubilado sufrió lesiones en su muñeca derecha y en su mano izquierda. “Llevamos meses padeciendo una inseguridad constante, pero en las últimas semanas ha empeorado considerablemente”, señaló un vecino en declaraciones al portal el Doce.tv.
El hombre también afirmó que los ladrones “son conocidos en la zona” y señaló que “en verano, presentamos notas a la municipalidad, al Ministerio de Seguridad y al comisario local, pero los robos no han cesado. La Policía tiene escasa presencia y la fiscalía actúa con lentitud y desinterés”, agregó.
Carlos, otro vecino afectado, relató que el mismo ladrón que lo asaltó el 16 de abril volvió a atacarlo en esta ocasión. “Me golpeó con una barra de metal”, dijo. Además, informó que le robaron garrafas de gas, una máquina de cortar pasto y un televisor. “Incluso se llevaron el agua de los patos”, concluyó, mostrando sus heridas en los brazos que, afortunadamente, no resultaron en fracturas.
Y en otro hecho delictivo donde un jubilado fue también víctima, una señora de 71 años fue asaltada en su domicilio. En este caso, los delincuentes ingresaron a su hogar tras forzar una ventana, y la amenazaron con una tijera en el cuello para que les entregara sus ahorros.
El incidente tuvo lugar en el cruce de Camino General Belgrano y 517, en la localidad de Gonnet, donde los delincuentes sorprendieron a la mujer en las primeras horas de la madrugada, exigiéndole que entregara sus ahorros, presumiblemente creyendo que poseía dinero en dólares.
El asalto se prolongó por más de treinta minutos e incluyó actos de violencia física y verbal ya que según el relato de la propia víctima, los agresores llevaban el rostro cubierto y no solo la golpearon, sino que también la insultaron y la amenazaron colocándole una tijera en el cuello.
Ante la brutalidad de la situación, la mujer finalmente cedió y entregó aproximadamente $300.000 que guardaba en su domicilio. Posteriormente, los delincuentes saquearon la residencia, llevándose consigo diversos objetos de valor, entre ellos dos teléfonos iPhone y dos chaquetas de invierno.
Hasta la fecha, las autoridades no han logrado dar con los responsables de este violento acto, aunque se sospecha que podrían estar vinculados a una banda delictiva que ha perpetrado otros asaltos con características similares en la zona norte de La Plata.
Y en otro hecho con similares características y con el exceso de violencia por parte de los delincuentes contra una jubilada, ocurrió en Villa Luzuriaga, partido de La Matanza, cuando un grupo de malhechores perpetró una entradera de extrema crueldad contra un matrimonio de jubilados en su propia residencia.
La escena de horror se desplegó en las primeras horas de la madrugada en una vivienda situada en las cercanías de las calles Monseñor José Francisco Marcón y Cervantes cuando los siete criminales, ocultos tras capuchas, barbijos y guantes, ingresaron sigilosamente por la puerta trasera de la casa.
Una vez adentro, sometieron y maniataron a la pareja de ancianos, despojándolos de sus pertenencias con una violencia desmedida.
Según los informes, permanecieron dentro de la residencia durante al menos cuarenta minutos, tiempo en el que lograron sustraer una cantidad indeterminada de dinero en efectivo, joyas y otros objetos de valor.
Más tarde, llegó un vehículo de color negro se detuvo frente a la vivienda. Uno de los delincuentes descendió del automóvil y, tras comunicarse por teléfono móvil con sus cómplices dentro de la casa, estos últimos emergieron precipitadamente. En cuestión de segundos, los criminales emprendieron la fuga, uno de ellos incluso cargando consigo un microondas.
A pesar de que las cámaras de seguridad registraron este vertiginoso escape, la tarea de identificación de los sospechosos se avizora complicada debido a las precauciones tomadas por estos para no dejar evidencias tras de sí.
La investigación de este horrendo crimen ha quedado en manos de la Fiscalía N° 13 de La Matanza, bajo la dirección del fiscal José Luis Maroto.