Abel Guzmán (43), el coiffeur que quedó filmado cuando asesinaba de un tiro en la cabeza al colorista Germán Medina en una peluquería de Recoleta, fue detenido el miércoles pasado mientras se escondía en una casaquinta del partido bonaerense de Moreno. Para dar con él, luego de 10 semanas de búsqueda, fue clave un testigo de identidad reservada que se comunicó con la línea de denuncias del Ministerio de Seguridad de la Nación y aportó datos para que la División Homicidios de la Policía de la Ciudad lo arrestara.
Ahora, el vecino que dio la información cobrará la recompensa de 5 millones de pesos ofrecida en el caso.
Así lo confirmó el juez Javier Sánchez Sarmiento, encargado de investigar el caso, a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, en un oficio enviado esta mañana. “La recompensa ofrecida por el aporte de datos vinculados al paradero del ahora detenido Luis Abel Guzmán debería ser percibida por persona que brindó la información aludida”, aseguró el magistrado.
La recompensa, confirmaron fuentes del Ministerio, se pagará en el plazo de un mes y en efectivo, para evitar que se rastree la identidad del testigo.
El asesino fue detenido en una propiedad ubicada en la calle Miserere, entre Roma y Leonardo da Vinci, a la que llegaron después de recibir los mensajes de Whatsapp del testigo, a los que accedió Infobae. “Hola. Soy el 2992. Te paso la dirección. Miserere 4881. Paso del Rey”, escribió el testigo.
El “2992 es el código de identificación que le asignaron los encargados del Programa Nacional de Recompensas. Luego, el interlocutor del organismo le hizo varias preguntas al vecino. Le consultó por algunas características de la casa en la que supuestamente estaba Guzmán y si conocía el hombre por el que el asesino se hacía llamar.
Así, se envió un mensaje al juzgado del caso, que decía:
“El prófugo se encuentra pasando la noche en la casa trasera de un domicilio ubicado en la calle Miserere, Paso del Rey, Moreno Provincia de Buenos Aires, que la casa es de una señora mayor y su hijo, que el prófugo fue a parar ahí por un conocido del hijo de la señora, que aparentemente no saben nada quien es el hombre, que le estarían dando una mano hace 2 o 3 días, que el hombre dijo llamarse Gustavo y que venía del sur, que tiene un poco más de pelo y barba que en las fotos de las noticias”.
El vecino colaboró aún más. Le envió al operador una foto del frente de la casaquinta y reveló que el peluquero se presentaba con el nombre de Gustavo. El dato del vecino más el rastro de los IP, que lo ubicaban en la zona de Moreno, fueron las clave para cercar la zona, aunque los investigadores no tenían la ubicación precisa. El misterio se resolvió gracias al mensaje del habitante del barrio.
Fuentes del caso indicaron a este medio cómo sigue de ahora en adelante el cobro de la recompensa. La demora de 30 días ocurre porque hay una serie de pasos administrativos que deben cumplirse para que reciba el dinero.
“Para controlar la legalidad, se mantiene la estricta discreción y secreto del informante que se identifica con un número. Solamente se le paga cuando viene el escribano general de Gobierno y el director nacional del área”, dijo una fuente clave en el expediente.
Después se lo identifica y se mantiene en absoluta reserva su identidad para cuidar su seguridad. “Esto lleva tiempo. “Hay que hacer la partida y pasar por la Secretaría de Seguridad. Esto lleva un tiempo, o sea, un mes”, agregó.
Un vecino de la cuadra de Moreno donde se escondía el homicida dijo a TN en el lugar: “Salí y lo tenían dos policías sacándole fotos. Cuando lo vi pensé: ‘Este tiene cara conocida’”. Y agregó: “Se ve que estaba viviendo hace poco ahí, en esa casa donde vive una señora grande. Nunca lo había visto. Lo noté tranquilo”.
Así fue el crimen
El asesinato de Medina ocurrió el 20 de marzo pasado por la noche en la peluquería Verdini de la calle Beruti, un salón de belleza frecuentado por diversos famosos. Mientras un grupo de empleados estaba sentado en ronda, el peluquero Guzmán los increpó y disparó contra el colorista. Medina, de 33 años y una larga trayectoria en su rubro, tal como Guzmán, fue trasladado todavía con signos de vida por personal del SAME al Hospital Fernández, pero murió a los pocos minutos.
En paralelo, el homicida logró huir por una ventana y desde entonces nada más se supo de él. Así, desde el Juzgado N°48, a cargo del juez Javier Sánchez Sarmiento, se firmó el pedido de captura al otro día del crimen.
Ayer, fue trasladado a la alcaidía de la calle Lavalle, en los Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires, para ser indagado por el juez. Al enfrentar al magistrado, Guzmán se negó a declarar, según confirmaron fuentes del caso.