Abel Guzmán (43), el coiffeur que quedó filmado por cámaras de seguridad cuando asesinaba de un tiro en la cabeza al colorista Germán Medina en una peluquería de Recoleta, fue trasladado esta mañana a la alcaidía de la calle Lavalle, en los Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires, para ser indagado por el juez Javier Sánchez Sarmiento, según confirmaron fuentes policiales a Infobae.
Al enfrentar al magistrado, Guzmán se negó a declarar, según confirmaron fuentes del caso.
Luego, Juan Manuel Dragani, abogado querellante que representa a la familia del colorista, señaló: “Disparó con una 9 mm, no sabemos dónde está el arma, es un punto a dilucidar. Ver quiénes lo encubrieron, durante este tiempo. En el acto de indagatoria se presentó uno de los hermanos, pidiendo los datos del abogado defensor”.
“No le veo una postura de arrepentimiento”, subrayó sobre la actitud del homicida en la audiencia judicial. Descartó, además, la posibilidad de enfermedades preexistentes que puedan pesar en el proceso. “Él comprendía perfectamente lo que había hecho por eso estuvo 70 días prófugo”, dijo en ese sentido.
“Queremos llegar a una condena lógica que es la reclusión y la prisión perpetua”, aseguró el penalista. “No hay ninguna posibilidad que le otorguen la excarcelación. Guzmán tiene que ir a una unidad carcelaria sin ningún tipo de beneficio. Nos vamos a ocupar que cumpla la condena de punta a punta”.
El acusado fue detenido ayer en el partido bonaerense de Moreno tras permanecer 10 semanas prófugo.
Los investigadores de la División Capturas de la Policía de la Ciudad dieron con Guzmán en una casaquinta ubicada en la calle Miserere, entre Roma y Leonardo da Vinci, donde se escondía. Allí lo apresaron.
El aviso de una vecina que lo identificó y el rastro de los IP de varios aparatos, que lo ubicaban en la zona de Moreno, fueron la clave, aunque los investigadores no tenían la ubicación precisa. “Lo vieron, lo reconocieron, fueron a hacer tareas y lo agarraron”, explicaron ayer fuentes del caso a este medio.
Dragani dialogó brevemente con los medios en la entrada del juzgado donde indagarán a Guzmán. El letrado sostuvo que esperan una condena a perpetua y que “se llegue rápidamente” al juicio oral. Además, adelantó que espera que el peluquero asesino no acepte responder preguntas ante el juez Sarmiento.
En ese sentido, deslizó que van a intentar que la Justicia investigue si además del autor material del asesinato hubo más participaciones en el hecho. Especialmente se refirió a Facundo Verdini, el dueño de la peluquería, a quien se lo observa en el video del hecho mientras le abre la ventana al homicida para que escape.
“Venimos diciendo que a partir de la prueba veremos si hay participaciones secundarias. Verdini intentó presentarse dos veces como querellante y no se lo permitieron. Tenemos pruebas que venimos recolectando hace dos meses. Por ahora, no haré un juicio de valor”, dijo Dragani.
El letrado además destacó el trabajo del juez Sarmiento y de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad. “Nunca hay un móvil para matar a alguien. es difícil explicarlo. Entiendo que no va a declarar y estoy ansioso por entrar. Consideramos que no debería ser la única detención”, finalizó.
Un vecino de la cuadra de Moreno donde se escondía el homicida dijo a TN en el lugar: “Salí y lo tenían dos policías sacándole fotos. Cuando lo vi pensé: ‘Este tiene cara conocida’”. Y agregó: “Se ve que estaba viviendo hace poco ahí, en esa casa donde vive una señora grande. Nunca lo había visto. Lo noté tranquilo”.
Otra vecina contó al canal de noticias que el ahora detenido trabajaba para una señora mayor, de unos 80 años: “Ella pobrecita no sabía nada, salió a preguntar qué había pasado. Vive ahí con el hijo”.
El cruel asesinato de Medina ocurrió el 20 de marzo pasado por la noche en la peluquería Verdini de la calle Beruti, un salón de belleza frecuentado por diversos famosos.
Mientras un grupo de empleados estaba sentado en ronda, el peluquero Guzmán los increpó y disparó contra el colorista. Medina, de 33 años y una larga trayectoria en su rubro, tal como Guzmán, fue trasladado todavía con signos de vida por personal del SAME al Hospital Fernández, pero murió a los pocos minutos.
En paralelo, el homicida logró huir por una ventana y desde entonces nada más se supo de él. El pasado 22 de abril, el Gobierno de la Nación oficializó la recompensa para quien brindara información concreta sobre el paradero de Guzmán, con un monto de $5 millones de pesos. El vecino que lo delató lo entregó por la recompensa, coinciden fuentes del caso.