En las últimas horas, comenzó la autopsia al cuerpo de Julia Horn, la turista alemana hallada muerta ayer martes en la zona de Autódromo del cerro Tres Marías de San Juan luego de tres días de búsqueda. La expectativa está depositada en el resultado preliminar: determinar si falleció a causa de un accidente o si fue asesinada es la clave.
Hoy, el expediente está en nuevas manos. La fiscal Daniela Pringles, que encabezó exitosamente la búsqueda, cedió la causa a los fiscales Iván Grassi y Michel Torena, encargados de investigar fallecimientos. El estudio se realiza en la morgue del departamento Rivadavia de San Juan, que pertenece al Poder Judicial, a donde el cuerpo ingresó ayer a las 21:30.
Por lo pronto, se cuenta con un primer análisis del cadáver, realizado por los médicos legales que analizaron los restos de Julia. Los primeros peritos determinaron que no se veían, por lo menos a simple vista, lesiones compatibles con un asesinato. “El cuerpo presentaba varias fracturas en la pelvis y lesiones en el rostro, entre otras heridas. No había lesiones traumáticas coincidentes con una agresión. Todas eran compatibles con una caída”, asegura una fuente clave en el expediente.
Sin embargo, será la autopsia lo que determine este planteo. Se buscará determinar cómo se produjo el golpe y si, efectivamente, Julia agonizó, así como si sufrió algún tipo de agresión de terceros.
Determinar la data exacta de muerte se convirtió en otra clave. Para esto, los investigadores ordenaron a los forenses de la Morgue un análisis de humor vitreo, un fluido recolectado de los ojos que además del momento del fallecimiento puede determinar otros procesos subyacentes. Es relativamente frecuente en autopsias. Le fue practicado, por ejemplo, al cuerpo del fiscal Alberto Nisman.
Por otra parte, los fiscales ordenaron los estudios de rigor: test toxicológico y análisis a las vísceras para determinar patologías preexistentes o repentinas como, por ejemplo, un infarto de miocardio o un ACV.
El cuerpo fue recuperado ayer por el grupo de rescatistas de la Secretaría de Estado de Seguridad y Orden Público de San Juan de una quebrada considerada “inaccesible” por expertos, tras ser avistado por un helicóptero, a horas de que el padre de la víctima llegara a la provincia. En el operativo para descender los restos del cerro participaron más de cincuenta efectivos, entre policías e integrantes de los grupos de alta montaña Jáchal y Barreal de Gendarmería Nacional.
Julia había llegado a San Juan como pasante de intercambio a la ONG Youth For Understanding (YFU) el 14 de mayo. Tenía 19 años.