Crimen del delivery en Tres de Febrero: motoqueros reclamaron justicia e incendiaron un patrullero y varios autos

Un grupo de manifestantes prendió fuego un patrullero y varios autos frente a una comisaría en la localidad de Loma Hermosa, del partido bonaerense de Tres de Febrero. Lo hicieron en medio de un reclamo por el crimen de su compañero Emanuel López Ledesma, el repartidor de delivery de 30 años que fue asesinado por motochorros mientras trabajaba este domingo.

Durante la tarde de este lunes, allegados y compañeros de la víctima de la misma aplicación de pedidos en la que trabajaba Emanuel reclamaron y exigieron justicia por el crimen.

En las imágenes de lo que ocurrió esta tarde-noche se observa a un grupo de hombres en sus motos, pidiendo que se investigue el caso.

Además del patrullero, también quemaron, al menos, tres autos que estaban estacionados en la zona de la comisaría 5ª, sobre avenida Márquez. Bomberos luego controlaron las llamas.

Según informaron fuentes consultadas a Infobae, el descontrol comenzó mientras se desarrollaba una reunión en el interior de la comisaría. De acuerdo a lo que precisaron, todo transcurría de manera pacífica hasta que se desencadenó el conflicto que escaló en cuestión de minutos. Además, se sumó personal del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) para contener los desmanes.

Previamente, los manifestantes rompieron un vidrio en la municipalidad de Tres de Febrero. Ante esta situación, los padres de la víctima pidieron disculpas por los daños ocasionados, a pesar de que no fue generado por ellos, según precisaron desde el Municipio. En uno de los videos que ilustran esta nota, se logra observar el momento exacto en el que algunos repartidores golpearon con palos y otros objetos las ventanas del edificio municipal logrando dañarlas. A su vez, prendieron fuego sobre la vereda y tiraron gomas.

El violento episodio en el que mataron al repartidor ocurrió cerca de las 23.30 de este domingo. La víctima estaba esperando para retirar una orden en una pizzería de Villa Bosch, en el límite con la localidad de Martín Coronado. Se encontraba a bordo de su moto Honda CG 150 Titán color rojo, que usaba para repartir los pedidos, frente al comercio ubicado en las calles Castro y Campo de Mayo.

En ese instante, los delincuentes pasaron por la calle y, de inmediato, regresaron y lo abordaron. Según fuentes del caso, López Ledesma advirtió la presencia de los motochorros e intentó escapar para evitar el asalto. Fue en ese momento cuando el sospechoso que iba como acompañante sacó un arma y le disparó varias veces, a corta distancias. Al menos, uno de los proyectiles le impactó a la altura de la pelvis.

Los ladrones aprovecharon cuando el repartidor cayó al suelo para revisar sus pertenencias y robarle el celular. Luego, escaparon. Después de resultar gravemente herido, la víctima fue trasladada a la Clínica La Merced. Allí constataron su muerte: murió en el camino.

En el caso interviene la UFI N°2 de San Martín, a cargo de Fabiana Ruíz, quien inició actuaciones por el delito de homicidio y trabaja en la investigación junto a la Delegación Departamental de Investigaciones de San Martín y la policía local.

Tras el asesinato del repartidor, el dueño de la pizzería -donde se encontraba la víctima al momento del trágico hecho- habló con C5N. “A las nueve tuvimos el primer intento de robo, de un cadete que vino a retirar un pedido y, como ya habíamos tenido tres robos a cadetes, decidimos arriesgarnos y quedarnos ahí cuidando la puerta y justo se dio que pudimos salvarlo, hacerlo saltar adentro del negocio. En ese caso le robaron la mochila que había quedado”, relató sobre la situación de inseguridad que se vive en la zona.

Y continuó: “A las dos horas pasa lo mismo con otro cadete. El chico había venido a buscar el pedido, no llegamos a dárselo, porque cuando me metí a prepararlo y salí, ya había sucedido todo”.

“Cuando escucho los disparos salgo, lo primero que hice fue llamar a la Policía. Cuando salimos lo vemos al chico tirado ahí. Por suerte, la Policía llegó en minutos. Con los vecinos lo cargamos en el patrullero porque el chico respiraba, se lo llevaron a La Merced y después supimos que falleció. No pudimos hacer nada”, lamentó el comerciante que no llegó a presenciar el asalto.