La empresaria Anahí Olivia Sánchez Lazzaro -ex nuera de Carlos Corach, ministro del Interior durante el menemismo, ex pareja de su hijo Natalio- fue encontrada muerta el sábado pasado por la madrugada en su departamento de Nordelta, tal como adelantó este medio como primicia. Su hija de 19 años había llegado al lugar horas antes, alarmada porque su madre no contestaba sus llamados desde el día anterior. Así, desesperada, procedió a romper la puerta del departamento del quinto piso de la torre The Kiri en el barrio Puerto Escondido del complejo, una abertura particularmente fina, rellena de cartón, controlada por una cerradura electrónica.
Luego, llegó a la puerta de la habitación de su madre. Estaba cerrada también, esta vez con una llave mecánica. La rompió también. Vio de inmediato el cuerpo de su madre sobre la cama. Tras el hallazgo, llamó a la Policía Bonaerense. Los peritos de Policía Científica llegaron al lugar poco después. La llave de esa puerta estaba junto a su madre, en su llavero.
Hoy, 48 horas después, la investigación para esclarecer la muerte de Sánchez Lazzaro continúa a cargo de los fiscales Sebastián Fitipaldi y Virginia Toso, coordinados por el fiscal general John Broyad de la jurisdicción de San Isidro.
El único misterio en la causa, hasta el momento, es por qué Sánchez Lazzaro cerró su puerta con llave antes de morir.
No hay motivos para sospechar de un asesinato. El cuerpo no tenía lesión alguna. Por otra parte, no había señales de que alguien hubiera entrado al departamento. Todo estaba en perfecto orden. El personal de seguridad de la torre ratificó que Olivia había ingresado sola la noche anterior. Su auto seguía allí, en el estacionamiento. Su vecina del lado declaró en el expediente: afirmó que la escuchó levantarse para ir al baño el viernes anterior. Podría sospecharse de un suicidio. Sin embargo, no se encontró nota alguna. Había varios medicamentos en la habitación: un blister con benzodiazepinas, medicación para el sueño.
La autopsia al cuerpo, realizada el sábado al mediodía en la morgue del Hospital Municipal de San Fernando, determinó que Sánchez Lazzaro falleció por un infarto de miocardio 36 horas antes del procedimiento. Su estómago estaba vacío; no había restos pastillas en su interior. Al blister de benzodiazepinas solo le faltaban tres comprimidos.
Así, los fiscales del caso ordenaron estudios toxicológicos y a los órganos de la empresaria de 49 años para determinar el por qué de su fallecimiento. Podrían requerir su historia clínica. Por lo pronto, desconocen si se hallaba bajo algún tratamiento, o si era tratada en general. Su hija de 19 años declaró en la causa: no habló de ninguna enfermedad preexistente.
Sánchez Lazzaro se encontraba en medio de un fuerte juicio con Natalio Corach por alimentos, radicado en un juzgado de familia porteño, expediente en el que era representada por la abogada Ana Rosenfeld. Integraba los directorios de varias firmas. En 2015, de acuerdo al Boletín Oficial, renunció a la gerencia de Naol SRL, dedicada al rubro inmobiliario según su inscripción en la AFIP. Natalio Corach la sucedió en el cargo. Habían comenzado la empresa juntos diez años antes.
También se encontraba involucrada en otros expedientes contra su ex marido, con varios bienes como eje de conflicto. En 2017, Corach padre había denunciado a Lazzaro por extorsión, una acusación que fue descartada tres años después por la Cámara del Crimen. Los conflictos de la mujer hallada muerta en Nordelta con su ex familia política ocurrieron en varios frentes. Natalio Andrés Corach es el hijo del medio del ex ministro. Desde hace varios años estaba enfrentado con su ex esposa por la división de bienes y por la cuota de alimentos.