Pasaron más de dos semanas y aún no hay detenidos por el crimen de Romina Karban, la joven chaqueña ejecutada de cinco disparos por la espalda en el campo de su familia el pasado 8 de mayo.
De acuerdo a lo que manifestó días atrás el Procurador General de Chaco, Jorge Canteros, tras reunirse con la fiscal del caso, Liliana Lupi, habría dos o tres personas del círculo íntimo de la víctima involucradas al crimen, cuyo motivo sería económico.
A casi 20 días del hallazgo del cuerpo sin vida, se llevaron adelante numerosas diligencias, testimoniales, peritajes, allanamientos y rastrillajes para hallar el arma homicida -una pistola 9 milímetros- y el casco que usaba la joven aquel día; sin embargo, la investigación avanza a paso lento.
El viernes pasado fue un día clave en el caso, ya que declaró, en calidad de testigo, Ariel Ojeda (41), pareja de Karban. Según informó el portal Diario Chaco, la declaración giró en torno a las últimas horas de la víctima: dónde estuvo, qué hizo hasta el momento en el que se consideró que la mujer estaba desaparecida, la comunicación con la familia y su denuncia ante la Comisaría.
Además, luego de 15 días, el teléfono del hombre fue enviado a Gendarmería para su peritaje. Un dato que resulta al menos llamativo, ya que días atrás el propio Ojeda manifestó que su celular había sido hackeado.
Por otra parte, al término de la semana pasada, la fiscal Lupi recibió ayer parte de los resultados de las pericias realizadas por el personal de Ciberdelito de la Policía del Chaco a los celulares del entorno de la víctima. Sin embargo, todavía no obtuvo los datos del de la víctima.
“Los datos que aporten van a ser determinante para saber quién fue la persona que la llamó esa mañana para que ella salga tan temprano de su casa”, dijo el procurador general en diálogo con Infobae. Los resultados estarían en las próximas horas.
Con esos datos, la fiscal Lupi podrá decidir si avanza con alguna detención, ya que según se adelantó, la principal hipótesis es que detrás del crimen hay personas de su círculo íntimo: los investigadores sospechan que la víctima conocía al asesino. Que haya sido asesinada en un terreno que es propiedad de su familia incrementa las sospechas en ese sentido. Por ahora no hay detenidos, tampoco se encontró el arma homicida.
El caso comenzó con la denuncia de la desaparición que radicó su pareja, luego de que declarara haberla visto por última vez durante la mañana del 8 de mayo. Cerca de las 7, la víctima salió en moto de su casa, con la supuesta intención de visitar a su hermano.
Con el paso de las horas, los familiares se alarmaron porque la mujer nunca llegó a destino y era imposible comunicarse con ella. La búsqueda terminó al día siguiente luego de que un móvil policial descubriera que la moto de Karban había sido abandonada en un campo. A pocos metros, los agentes encontraron su cuerpo baleado sin vida junto a una mochila y sus pertenencias.
Los resultados de la autopsia que le practicaron a los restos de la mujer de 30 años revelaron que fueron cinco los disparos que acabaron con su vida. En un principio todo fue misterio. Además de los tiros, se comprobó que no fue víctima de un abuso sexual ni tampoco la robaron. De hecho, cerca del cadáver encontraron el celular dentro de la mochila.
El campo donde encontraron el cuerpo es heredado y lo alquilaban a porcentaje. “Las utilidades eran para la madre y los tres hermanos”, aseguró el procurador.
Cristian Arana, abogado querellante, quien representa a Isabel Morales, la mamá de Romina, dijo también a Infobae que creen que el asesino conocía a la víctima, aunque aclaró que “no necesariamente se trata de alguien de la familia o su pareja”.