Eran poco más de las cinco de la madrugada en la zona céntrica de la capital chaqueña de Resistencia. La empleada de un kiosco situado sobre avenida Ávalos estaba trabajando cuando un ladrón intentó robarle y ella se defendió a golpes de puño. La víctima, una mujer que practica artes marciales, le pegó más de diez veces al delincuente hasta que el hombre huyó.
La secuencia de este martes terminó de la forma menos pensada para el sospechoso. Según indicó Antonella, la encargada del comercio, a Diario Chaco se trataría de “un trapito de la zona” que siempre iba al local a “comprar cigarrillos sueltos”.
Además, contó cómo ocurrió el hecho en base al relato de su compañera y a las imágenes captadas por las dos cámaras de seguridad presentes en el lugar. “Él se acercó. Primero, pidió agua en una botellita, ella accedió, cerró la ventana y fue a buscar el agua”, comenzó el relato.
Y continuó: “Cuando ella vuelve, abre la ventana y le quiere dar el agua. Ahí, él mete la mitad del cuerpo e intenta manotear a lo loco”. “Ella es una chica que entrena lucha libre o kickboxing, no me acuerdo cuál exactamente, y atinó a pegarle golpes de puño, propio del entrenamiento de ella”, comentó en diálogo con el medio local.
En las imágenes que ilustran esta nota, y que fueron tomadas por una de las cámaras de seguridad del negocio, se observa con claridad toda la secuencia: desde que el sospechoso llega al kiosco y hace el pedido, el momento exacto en el que trepa por la ventana para robar y el desenlace de la empleada defendiéndose a golpes.
El kiosco estaba cerrado casi en su totalidad. Lo único abierto era una pequeña ventana, ubicada en la parte superior, por la que la empleada atendía a los clientes. Fue hasta ese lugar que el delincuente trepó para sustraer los productos. Sin embargo, al notar su intención, la mujer comenzó a golpearlo una y otra vez, sin parar, luego lo tomó del brazo y lo empujó hacia atrás. En ese instante, el delincuente finalmente se rindió y la empleada logró cerrar la ventana.
“Después de enterarnos, mirando las dos cámaras, veo que él estaba afuera, mirando, muy incómodo, si venía alguien o no”, confesó la encargada y subrayó que en la zona, a esa hora, “no hay mucho tránsito” y, prácticamente, no circula gente.
“Por suerte no se llevó nada”, afirmó Antonella. No obstante, contó que la empleada que sufrió el intento de robo “tuvo un poco de sangrado en las manos” producto de los golpes con los que espantó al sospechoso. “Por suerte, está todo bien”, afirmó.
Además, la encargada contó al medio mencionado que, por el momento, no radicaron la denuncia. “Nos parece en vano porque es una persona que va a caer presa y al otro día o a las dos horas, va a salir, como siempre pasa en este país”, se quejó.
“Ya sabemos quién es para estar atentos”, aseguró y agregó: “Hay varios trapitos en la zona de avenida Rivadavia y Ávalos”.
“Los chicos de la comisaría 2ª se acercaron y nos dejaron el número por si llega a pasar algo para que llamemos. Pero también sería bueno que sea como antes, que había un patrullero en la zona. Ahora no hay, no existe. Acá a la vuelta, han robado 70 mil veces y no ha pasado nada”, denunció.
Según contó Antonella, se trató de la primera vez que intentaron robar en el kiosco de Ávalos al 500. No obstante, admitió que en esa zona, ese delito “es moneda corriente “. “A la mañana, a la hora de la siesta, a la tarde, en cualquier momento existe un robo”, manifestó enojada.
Por último, la encargada también dijo que tras el episodio, reforzarán las medidas de seguridad en el local: quitarán unos barrotes que están fuera del comercio, por los que el delincuente pudo trepar a la ventana del kiosco, colocarán más cámaras de seguridad y estarán más atentos.
Según informaron fuentes policiales a Infobae, en el caso, intervino el departamento de Investigaciones Complejas. Además, indicaron que se está trabajando para identificar al autor del hecho.