La Policía de la Ciudad, por orden del Ministerio Público porteño, desbarató una red dedicada a las apuestas ilegales que operaba en la Villa 15 del barrio porteño de Villa Lugano, zona conocida popularmente como Ciudad Oculta. Fue tras una serie de allanamientos en los que se secuestraron sumas de dinero y se notificaron a 11 sospechosos.
Fuentes del caso informaron a Infobae que la investigación se inició a partir de la denuncia de una persona que señaló a otra como la organizadora de juegos de quiniela junto a un grupo de colaboradores. El informante explicó ante las autoridades cómo se llevaba a cabo la maniobra y cómo se “levantaban” las apuestas. También dijo que el dinero lo recibían tanto en efectivo como por transferencias.
La causa recayó en la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°31 que conduce Carlos Rolero Santurián, quien le encomendó las tareas de investigación a la División Conductas Contravencionales de la fuerza porteña.
A través de diferentes medidas, los policías corroboraron la denuncia inicial e identificaron los roles que cumplían quienes integraban la red: algunos -llamados “pasadores”- se ocupaban de “levantar” las apuestas y otros operaban como recaudadores del dinero, mientras que un tercer grupo se encargaba de hacérselo llegar a la mujer que dirigía las acciones desde la clandestinidad.
Los detectives también determinaron que las apuestas se levantarían en un kiosco y un locutorio de Ciudad Oculta, según indicaron las fuentes a este medio.
A esos lugares, además, se podría sumar un centro de estética que quedó en la mira de los investigadores por su vinculación con la organizadora de la maniobra: allí trabajaba su hija y los policías que actuaron de encubierto en el lugar observaron a varios de sus colaboradores más cercanos. Pero eso no es todo, ya que la propia mujer también fue vista allí, quedándose varias horas adentro, sin atender al público, aparentemente prestando funciones administrativas o gerenciales.
Con estos datos, el fiscal solicitó las órdenes de allanamiento para 12 domicilios -nueve localizados en la Ciudad de Buenos Aires y los tres restantes en territorio bonaerense- y la requisa de todos los vehículos identificados en el circuito ilegal. Los procedimientos fueron autorizados por el Juzgado PCyF N°7 y concluyeron con el secuestro de más de 2 millones de pesos, un poco más de 1.000 dólares, un arma de fuego con municiones, celulares, computadoras y libretas con anotaciones.
Por último, la fiscalía notificó a 11 personas, que serán citadas a declarar en los próximos días por el delito de organizar juegos de azar clandestinos.
La maniobra no es nueva en Villa Lugano. Hace unos años, en el barrio Piedrabuena clausuraron dos locales donde se levantaba quiniela clandestina.
Tras recibir denuncias, policías de la Ciudad e inspectores de la Agencia de Loterías ingresaron como clientes en un operativo encubierto. En cada local encontraron a las mujeres que los atendían, vecinas de las torres de la zona.
La ilegalidad de la actividad que llevaban a cabo era evidente, con listas de números, pizarras y planillas a la vista. Si bien en general ese tipo de actividades se realizan encubiertas detrás de algún kiosco o almacén, en este caso nada tenía la intención de ocultarlo.
Las empleadas de los comercios admitieron ante cámaras policiales que allí se tomaban apuestas de forma clandestina, y no sólo no contaban con ningún tipo de fachada sino que además exhibían en sus vidrieras carteles con los números ganadores de cada uno de los sorteos del día.
Ninguno de los negocios -distanciados a 5 cuadras- contaba con habilitación como agencias de quiniela.