Cayó “Gitano” en Paraguay: estaba prófugo por haber asesinado de un tiro a una nena en La Matanza

Augusto Vigo Caniza era buscado por el crimen de Jennifer Campos Calle. Fue capturado por Interpol en Paraguay

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Augusto Vigo Caniza, alias “Gitano”, tenía una circular roja de Interpol a su nombre. Lo buscaban por el crimen de Jennifer Campos Calle, la nena de 13 años que fue asesinada durante un asalto en La Matanza el 13 de enero pasado. Fue ubicado en Villa Rica, una ciudad de Paraguay, su país natal. En las últimas horas fue arrestado por la Policía Nacional y ahora los investigadores esperan su extradición.

La orden en su contra había sido emitida por el Juzgado de Garantías N°4 de La Matanza, tras una investigación del fiscal Matías Folino por los delitos de homicidio criminis causa, robo a mano armada, en poblado y en banda.

Jennifer murió luego de recibir un tiro en el pecho con una nueve milímetros cuando un comando de cuatro ladrones llegó en un Peugeot 208 para asaltar a su padre, Franz, en su casa de Virrey del Pino, para robarle 150 mil pesos. El disparo iba dirigido a su padre, pero la menor se interpuso. Creen que fue “Gitano” quien apretó el gatillo.

El detenido por el crimen
El detenido por el crimen de Jennifer

Por el homicidio, continúan prófugos José Armando “Mimi” Fernández Sosa y Sergio Germán “Anteojito” Benítez Atienza. Ambos tienen pedido de captura internacional vigente.

Pocos días después del crimen, fue detenida Cristal Del Valle González, una mujer trans de 36 años que ayudó a escapar a Fernández Sosa. Folino la imputó por los delitos de “encubrimiento agravado” y “tenencia ilegal de arma de guerra”.

En marzo pasado, en tanto, fue capturado Ramón Martínez López, señalado como el entregador. Los investigadores detectaron que solía moverse entre Argentina y Paraguay, su país de origen, donde había vuelto con su familia.

Trabajaba de pasero, de chofer de balsas en el Paraná, trasladando a compatriotas de una orilla a la otra con mercadería argentina que evitaban los controles legales de Prefectura. Seguía con su viejo teléfono, con el que hablaba con amigos, casi siempre en guaraní, con un poco de español.

Ramón, cree la Justicia, formó parte del asalto, encargado de distraer a los perros de Franz. También, según la acusación en su contra, fue el entregador. Trabajaba como albañil junto al padre de la víctima. El dinero que los hampones robaron estaba, al parecer, destinado a comprar materiales de construcción. Un compañero de trabajo señaló a Martínez López como implicado en el crimen. Tras la muerte de Jennifer, Martínez López se esfumó rumbo a la tierra roja y a la espesura.

La DDI de La Matanza de la Policía Bonaerense, liderada por el comisario mayor Flavio Marino, lo detuvo con el apoyo de la Policía de Misiones y Prefectura. Lo arrestaron del lado argentino, en la ciudad misionera de Puerto Rico, en la zona del paso clandestino de Puerto Meza. Llevaba su documento paraguayo en la billetera, reconoció su identidad mientras lo llevaban. Lo arrestaron los mismos detectives que, poco a poco, le habían seguido el rastro.

Le siguieron el rastro luego de que dijo en su barrio que se volvía a Paraguay por falta de trabajo. El teléfono fue la clave. Los impactos en las antenas de celulares marcaron el camino. Un detective incluso se infiltró en la frontera, en el negocio de paseros, hasta que lograron ubicarlo.

El caso

De acuerdo a las fuentes consultadas por Infobae, los dos ladrones ingresaron por una puerta lateral de la cada de la familia Campos en Virrey del Pino, que no estaba cerrada con llave.

En primer lugar, redujeron a la madre de la adolescente y, al advertir la situación, su esposo, Franz Wilver Campos Rioja, de 34 años y nacionalidad boliviana, que se estaba bañando cuando entraron los delincuentes, trató de intervenir. En ese momento, forcejeó con uno de los asaltantes, a quien le entregó dinero que guardaba en una caja de zapatos.

Sin embargo, no fue suficiente: le exigieron más y lo golpearon. Su hija menor, Jennifer, se interpuso. Como respuesta, el ladrón comenzó a efectuar disparos. Uno de ellos impactó en la chica, que cayó herida mientras los ladrones escapaban.

Campos tomó a su hija y, junto a un móvil policial, la trasladaron al Hospital km 32 – “Simplemente Evita”, donde ingresó sin vida. El hombre, en tanto, fue asistido a causa de las heridas que le provocaron los golpes en la cabeza. Ahora, la policía busca intensamente a los autores de la entradera y el homicidio.

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