La Justicia de Córdoba investiga la muerte de un tarotista cuyo cuerpo fue hallado recientemente envuelto en una frazada dentro de la cabaña donde vivía, en la localidad de Villa La Bolsa, cerca de Alta Gracia. La víctima fue identificada como Pablo Giménez. Tenía 44 años.
Pablo había sido visto con vida por última vez el sábado pasado. Como había dejado de responder los mensajes y los llamados, uno de sus amigos fue preocupado hasta su vivienda ubicada sobre la calle La Rioja. Al llegar, tocó la puerta y nadie le atendió, por lo que se asomó a mirar desde una ventana: fue entonces que vio a alguien tendido y tapado, tras lo cual llamó a la Policía.
Los efectivos que ingresaron a la cabaña constataron la muerte del tarotista. Al lugar asistió personal de la Departamental Santa María, de Homicidios y de los Gabinetes completos de Policía Judicial, que iniciaron las primeras actuaciones en el marco de una investigación encabezada por la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno de Alta Gracia, a cargo de Alejandro Peralta Ottonello.
El Ministerio Público Fiscal de Córdoba (MPF) informó que hasta el momento no hay imputados ni detenidos. El cuerpo no tenía golpes a simple vista, por lo que se presume la asfixia como causa de muerte.
Pablo vivía en la cabaña solo, con un perro caniche. Una de las hipótesis -la más firme- apunta a que se trató de un homicidio en ocasión de robo. Es que del lugar faltaban su auto -un Fiat Palio de color gris-, dos televisores, el teléfono celular y otras pertenencias.
En esa misma línea, hay un detalle que llamó la atención de los investigadores: la cabaña no tenía los accesos forzados y la puerta principal estaba cerrada con llave, que también desapareció al igual que el perro. Ante esta situación, sobrevuela la sospecha de que el autor del hecho haya sido un conocido de la víctima.
Sin embargo, hay otra pista que sigue la fiscalía y que apunta a un grupo de personas que habrían intentado usurpar el terreno lindero a la vivienda de Pablo. Este conflicto habría iniciado en diciembre y tanto la víctima como la propietaria de la cabaña que ocupaba denunciaron amenazas. Incluso, según el diario ElDoce, el tarotista llegó a pedir ante la Justicia un botón antipánico pero no se lo otorgaron.
Medios locales agregaron que los vecinos vieron circular de manera sospechosa un vehículo Ford Fiesta. Por lo pronto, el fiscal dispuso el relevamiento de cámaras de la zona.
Oriundo de la localidad de Pico Truncado, en la provincia de Santa Cruz, Pablo había apostado a un nueva vida en Córdoba y se mudó hace unos diez años. Radicado en Alta Gracia, se dedicaba a la lectura del Tarot. Además, era cuidador de cabañas. “No hay cosa más hermosa que poder vivir de aquello que nos hace feliz”, decía en sus redes sociales, donde se definía como “un poco psicólogo, motivador, coach, amigo, confidente”.
El caso causó conmoción en la localidad situada en el Valle de Paravachasca, dentro del Departamento Santa María. “Mi querido, mi amado Pablo Giménez, faltó poquito para ese abrazo tan deseado. Nos veremos cuando tengamos que hacerlo, mientras voy a atesorar cada minuto vivido contigo, cada sonrisa, cada mate, cada abrazo, cada piropo y palabra de aliento. QEPD mi querido amigo”, lo despidió una amiga. “Siempre te llevaremos en nuestro corazón, Flaco, no merecías esto. Confío que todo sea esclarecido. ¡Cuánto dolor e impotencia!”, lamentó otra.
Una más reclamó: “¡Justicia para Pablo! No te merecías esto, Pablito querido. Guardo en mi corazón nuestra última charla y todos los momentos vividos. Descansa en paz. Te quiero”.