A una semana del aberrante ataque de un hombre a cuatro mujeres lesbianas a las que incendió en el marco de un acto de homofobia por su elección sexual, este lunes una gran cantidad de gente marchó en el barrio porteño de Barracas para pedir justicia por las víctimas fatales, Andrea Amarante (42), Pamela Cobas (52) y Roxana Figueroa (52) y quien aún pelea por su vida, Sofía Castro Riglos (49).
Con banderas y carteles, un centenar de personas se hicieron presentes en la Plaza Colombia y desde allí caminaron hacia el edificio de la calle Olavarría al 1600, lugar donde el pasado 6 de mayo Justo Fernando Barrientos decidió rociar de combustible e incendiar la habitación en la que estaban las mujeres.
“El crimen de odio fue por ser lesbianas, y por las condiciones precarias de vivienda. Con la promoción de discursos de odio y de sus políticas contra el acceso a la vivienda, el Estado es responsable”, aseguraron desde el colectivo Ni Una Menos en sus redes sociales.
En la misma línea, agregaron: “Llamamos al fortalecimiento de la comunidad y al acompañamiento como forma de resistencia contra la violencia política y simbólica”.
Según informó NA Noticias Argentinas, cuando todos los manifestantes llegaron al hotel donde ocurrió el denominado “lesbicidio”, se procedió a leer una carta con el mismo fin que la propia movilización, pedir justicia.
El hecho, por el cual Barrientos fue detenido, ocurrió el lunes de la semana pasada en un hotel familiar ubicado entre Isabel La Católica y la avenida Montes de Oca, donde vivían las cuatro mujeres.
Este hombre, quien ya había manifestado su odio hacia ellas en reiteradas oportunidades, e inclusive las había amenazado de muerte, esa noche provocó un incendio al rociar con combustible y prender fuego la habitación 14, donde descansaban Figueroa, Cobas, Castro Riglos y Amarante.
Dos de ellas eran pareja y alquilaban el edificio desde hace más de dos años, mientras que las otras dos se sumaron más tarde.
La única sobreviviente del hecho es Sofía Castro Riglos, quien se encuentra internada en el Instituto del Quemado con varias lesiones en el rostro y mientras les realizan las curaciones necesarias. Los médicos coinciden que en el transcurso de esta semana seguramente recibirá el alta. A mediados de la semana pasada, la mujer declaró como testigo en el expediente por homicidio que investiga el juez Edmundo Rabbione, un testimonio tomado por la Policía de la Ciudad.
Por otro lado, Andrea Amarante falleció el domingo pasado en el hospital Penna, luego de agonizar con el 75% del cuerpo quemado y sus vías respiratorias superiores comprometidas.
En tanto, Pamela fue la primera en perder la vida. Falleció al día siguiente del ataque, en el Instituto del Quemado, mientras que Roxana Figueroa perdió la vida con el 90 por ciento de su cuerpo herido por el fuego dos días después, internada en el mismo lugar.
El detenido también debió ser asistido. Es que el fuego -que llegó a las cortinas y los muebles de la habitación- también lo alcanzó. Además, tras el ataque, el agresor escapó y corrió hacia la terraza del hotel; allí intentó lesionarse con un cuchillo y se realizó un corte en el cuello.
No obstante, al momento de su alta médica lo detuvieron y está a la espera de ser indagado para que posteriormente el juez Rabbione, determine si es imputable o no.
Por su parte, desde la organización 100% Diversidad y Derechos exigieron que la investigación aborde el ataque “con perspectiva de género y como motivado por el odio hacia la identidad lésbica”.