Triple crimen del incendio: el parte médico de la última víctima en morir y el pronóstico para la sobreviviente

Andrea Amarante perdió la vida ayer domingo en el hospítal Penna tras cinco días de agonía. Sofía Castro Riglos podría recibir el alta esta semana tras declarar como testigo

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El lugar del hecho en
El lugar del hecho en la calle Olavarría

Andrea Amarante, una de las víctimas del incendio intencional ocurrido el lunes pasado por la madrugada en un hotel familiar de la calle Olavarría 1600 en Barracas, falleció ayer domingo tras cinco días de agonía, tal como adelantó este medio. Amarante -de 42 años, oriunda de un barrio periférico de la capital de Neuquén- perdió la vida en el hospital Penna, a donde fue trasladada tras el hecho. Los médicos en el lugar descubrieron que el 75 por ciento de su cuerpo estaba quemado, con sus vías respiratorias superiores comprometidas.

Fue ingresada a la Unidad de Terapia Intensiva, donde permaneció hasta fallecer. Dado su grave estado de salud, no pudo ser trasladada al Instituto del Quemado, según confirmaron fuentes oficiales.

Así, el caso se convertía en un triple crimen. Las primeras dos víctimas en perder la vida fueron Pamela Cobbas y su pareja Roxana Figueroa, quienes convivían en la pieza número 14 del hotel familiar con Amarante y Sofía Castro Riglos. Pamela fue la primera en perder la vida. Falleció al día siguiente en el Instituto del Quemado. Mercedes Roxana perdió la vida con el 90 por ciento de su cuerpo herido por el fuego dos días después, internada en el mismo lugar.

El pronóstico para Castro Riglos, que había llegado a la habitación compartida cuatro meses atrás junto a Amarante, es esperanzador. Permanece internada en el Instituto del Quemado con varias lesiones en el rostro y se le hicieron las curaciones necesarias. Los médicos coinciden que en el transcurso de esta semana seguramente recibirá el alta. A mediados de la semana pasada, Castro Riglos declaró como testigo en el expediente por homicidio que investiga el juez Edmundo Rabbione, un testimonio tomado por la Policía de la Ciudad.

Pamela Cobbas, el hijo de
Pamela Cobbas, el hijo de Pamela y Roxana Figueroa, las dos primeras víctimas en morir

La causa a cargo de Rabbione continúa siendo investigada, con Justo Barrientos, vecino de la pensión de la calle Olavarría, acusado de haber provocado el incendio que mató a Cobbas, Figueroa, Amarante y dejó herida a Castro Riglos.

Sin embargo, hasta el viernes pasado, el agravante del expediente -calificado como un homicidio- no había sido definido. Diversas organizaciones LGBTQ que se movilizaron tras el crimen sostuvieron que las cuatro mujeres fueron atacadas por su identidad lésbica. Barrientos todavía no había sido indagado, tras ser detenido por la fuerza porteña inmediatamente después del ataque. El juez intentaría determinar si el detenido era inimputable.

El testimonio de Castro Riglos será una clave para definir qué ocurrió, tal vez la más importante. Mientras tanto, Rabbione mantiene su causa bajo un fuerte hermetismo. El daño que causó el acusado va más allá de las tres muertes. En la pensión, trabajaron bomberos y personal del SAME con la presencia de 14 móviles entre ambulancias, una unidad de triage, una unidad de oxigenación y otra unidad de catástrofe. Además, se hizo presente el área de Factores Humanos con psicólogos del SAME. Fueron evacuadas más de 30 personas: 7 fueron trasladadas a los hospitales de Quemados, Argerich, Penna y Ramos Mejía con quemaduras de diversa gravedad.

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