Los fiscales que investigan la muerte de Diego Armando Maradona hicieron una presentación ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro para solicitar que se excluya del expediente la pericia médica que se presentó hace pocos días y fue realizada a pedido de la defensa de uno de los principales imputados, Leopoldo Luque. La misma pone en duda la causa de muerte del ídolo, que ya había sido consensuada por una junta médica y llevó a los 8 acusados al banquillo.
Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, instructores de la causa, se dirigieron en su escrito a los jueves Verónica Di Tommaso, Julieta Makintach y Maximiliano Savarino para requerir que “se excluya probatoriamente el informe suscrito el pasado 29 de abril por el perito Pablo María Ferrari y, subsidiariamente, se declare la nulidad del citado informe”. Es decir, que se quite directamente del expediente o al menos no se lo tenga en cuenta como prueba.
El nuevo documento que se incorporó al expediente señala que Maradona murió por un “paro cardiorrespiratorio secundario a edema agudo de pulmón producido por insuficiencia ventricular izquierda agusane, un cuadro agónico de corta duración, siendo estimado en minutos o a lo sumo en pocas horas”. Fue realizado por Pablo Ferrari, experto oficial de la Suprema Corte Bonaerense en la asesoría pericial de San Isidro.
En sus conclusiones, Ferrari asegura que en cuanto a las causas del paro respiratorio agudo, no puede descartarse “la presencia de un tóxico ajeno a las drogas indicadas terapéuticamente”.
Los fiscales reprocharon que esta versión contradice “la labor de 21 expertos que durante tres meses examinaron todas las constancias de la causa al realizar la junta médica interdisciplinaria”. En un texto al que accedió Infobae, cuestionaron duramente al perito: “Además de extralimitarse y excederse del requerimiento jurisdiccional, se expidió por fuera de las constancias de la causa violentando las prescripciones legales que tornan consecuentemente inválidas aquellas manifestaciones”.
Para la fiscalía, “el informe carece de validez y no ha tenido otra finalidad que generar confusión donde no la existe. El perito únicamente valoró los elementos de prueba que aislada y fraccionadamente la defensa de Luque solicitó que se tengan en cuenta sin tener en consideración ni análisis las constancias de la causa. Es más, lo más preocupante y que torna ineficaz y nulo el informe que aquí se coloca en crisis, es que se tuvieron en cuenta elementos que no son válidos para el expediente por haber quedado así demostrado en la instrucción”.
Una de las críticas de la parte acusatoria hacia Ferrari fue el tiempo en el que elaboró su informe: cuatro días. Marcaron así la diferencia con lo sucedido con la junta médica -integrada por peritos oficiales y de parte, más especialistas designados por las defensas-, que deliberó durante dos meses por Zoom cada lunes y jueves, conectados entre sí en un grupo de WhatsApp.
“Tampoco se requirieron a esta sede fiscal las correspondientes grabaciones sobre las deliberaciones que sí formalizaron los 21 peritos que intervinieron en la junta médica interdisciplinaria”, se quejaron los fiscales y subrayaron otro de los cuestionamientos hacia la pericia: “Violó la intimidad de la víctima y sus allegados. No ha hecho otra cosa que revictimizar a Dalma y Giannina Maradona deslizando inescrupulosamente la posibilidad que las nombradas pudieran haber tomado alguna decisión incorrecta en orden a la salud de su padre”.
“Fue un paso más allá el perito al manifestar llamativamente, por primera vez en todo el proceso judicial, la posibilidad relativa a que no podía descartarse que Maradona pudiera haber ingerido drogas”, agregaron.
La fiscalía también señaló que Ferrari es especialista en neonatología “cuando, en rigor, la especialidad que se requería para expedirse sobre los puntos señalados era la cardiología”.
En esa línea, finalizaron: “El perito Ferrari carente de la especialidad que la diligencia requería valorando prueba parcial e ilegitima a espaldas de esta parte y en poco más de 72 hs. se expidió sobre cuestiones que el Tribunal no había autorizado y excedían el marco de la instrucción penal suplementaria que se había ordenado intentando inducir a error a los juzgadores y la sociedad en su conjunto”.
Ahora aguardan la resolución del TOC 3 respecto de un informe que llegó a una conclusión diferente de la junta médica que aseguró que los remedios eran correctos, pero que sus combinaciones podían traer efectos adversos directamente relacionados con el corazón de Diego. Es decir, se encontró que esas interacciones entre pastillas y alcohol podrían haber dañado gravemente a Maradona e incluso costarle la vida.
Los ocho profesionales de la salud imputados por la muerte de Maradona están acusados por el delito de homicidio con dolo eventual, que prevé penas de entre 8 y 25 años de prisión.
Se trata del neurocirujano Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Ángel Díaz, Nancy Edith Forlini, los enfermeros Gisella Dahiana Madrid y Ricardo Omar Almirón, su jefe Mariano Perroni y el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna.
Los fiscales consideran que los ocho acusados que se sentarán en el banquillo tuvieron algún grado de participación en la supuesta “internación domiciliaria” de Maradona en la casa de Tigre, donde falleció el 25 de noviembre de 2020.
Entre las pruebas, hay cerca de 130 mil audios que involucran a muchos de los imputados y que refieren desde la etapa en la que Maradona estaba con vida hasta que murió por causas que, según la Justicia, se podrían haber evitado.
Maradona falleció a los 60 años: la autopsia realizada en la morgue de San Fernando determinó que su deceso se produjo como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada”. Y también se descubrió que tenía una “miocardiopatía dilatada”.