Una charla en redes sociales con una atractiva joven desconocida. Un breve conocimiento, un anzuelo, la conversación que sube de tono. Una foto, dos... y puede desencadenarse una pesadilla. Así engañaban los cuatro integrantes de una banda que extorsionaba por redes sociales y que fue desbaratada en las últimas horas por la Policía Federal Argentina (PFA).
El modus operandi siempre es el mismo y no es la única banda delictiva que trabaja de esa forma. Desde un perfil falso de Facebook cargado con fotos de una bella joven envían mensajes a través de Messenger. Si el receptor responde, comienza un intercambio que poco a poco los delincuentes intentan orientar hacia lo sexual. Cuando la víctima entra en el juego, le piden su contacto de WhatsApp para mantener una conversación más subida de tono.
Llegado ese punto, comienzan los pedidos de fotos íntimas, insistentes, casi con apuro. Luego de enviarlas, la víctima queda en el centro de la tela de araña. Pasadas unas horas, recibe un llamado telefónico -generalmente desde WhatsApp y no a través de la línea- desde un número cuya foto de perfil es la de un hombre vestido de policía. La persona que llama, luego de identificarse como un imaginario comisario, acusa a quien atiende de haberle enviado imágenes de su desnudez a una menor de edad, le dice que la familia de la presunta adolescente está furiosa y que todo se puede solucionar a través de un “arreglo económico”.
A eso se dedicaba “La banda de La Sole” que fue atrapada por la PFA. El nombre hace referencia al que utilizaban para el perfil falso de Facebook: Soledad.
Según le informaron fuentes policiales a Infobae, eran cuatro integrantes: dos personas, acusadas por el delito de extorsión, fueron aprehendidas en la Provincia de Buenos Aires, e imputaron a otras dos que se hallaban alojadas en la celda de la Unidad Provincial Penitenciaria N° 46, de la localidad de José León Suárez, Partido de General San Martín.
La investigación se inició a raíz de una denuncia efectuada en agosto del 2023, en la Unidad Funcional de Instrucción Nº 20 de General Alvear, Departamento Judicial de Azul, a cargo de Cristian Citterio, por un hombre que había sido víctima de “Soledad”.
En este caso, el llamado de la supuesta autoridad pública -quien previamente le envió capturas de pantalla de las charlas y las fotos íntimas que le había mandado a “Soledad”- le llegó a la víctima un par de días después del intercambio. Como siempre, el falso comisario aseguró que la mujer con la que interactuó era menor de edad, exigiendo una suma de dinero para que no prosperara una denuncia en su contra, aportando el CBU de una cuenta bancaria.
La víctima cayó en la trampa y transfirió el monto exigido en cuatro operaciones distintas. De esa manera, los investigadores lograron obtener los datos de la entidad bancaria y de la cuenta. La titular de la misma era una de las integrantes de la banda criminal.
Tras un análisis y rastreo de las transacciones financieras realizadas desde esa cuenta, sus titulares y las distintas redes sociales de los mismos, se comprobó que el perfil de Facebook del alias “Soledad” era utilizado por tres de los integrantes de la organización, dos hombres y una mujer, y que ésta facilitó su cuenta para realizar las distintas operaciones, recibir las sumas de dinero de las víctimas y luego redistribuirlas al resto del grupo.
Al obtener las identidades de cada uno de los delincuentes, se encontraron con que dos de ellos estaban alojados en celdas del Servicio Penitenciario Bonaerense, mientras que los otros dos residirían en Libertad, partido de Merlo.
Una vez reunidas las pruebas, el Juzgado de Garantías Nº 2, del Departamento Judicial de Azul, a cargo del Dr. Federico Antonio Barberena, ordenó efectuar dos allanamientos, en los que colaboró personal de la Policía Comunal de General Alvear. Uno de ellos fue en una vivienda particular y el otro en la Unidad Penitenciaria.
En la casa, se detuvo a un hombre y una mujer, miembros de la banda, además de a otro hombre sobre quien pesaba un pedido de captura vigente a solicitud del Tribunal Oral en lo Criminal N°11. Allí se secuestraron dos teléfonos celulares y una tarjeta de Mercado Pago.
Respecto de la requisa efectuada en la Unidad Penitenciaria, se secuestraron otros dos teléfonos y varias hojas de anotaciones con cuentas bancarias.
Los detenidos, junto al material secuestrado, se encuentran a disposición del juez.