Esteban Lindor Alvarado, el capo rosarino preso en el penal de Ezeiza, amanecerá este martes con una mala noticia: la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, firmó en las últimas horas una resolución que le imposibilitará utilizar el teléfono del pabellón, al menos, por 30 días.
La misma medida alcanzó a Claudio “Morocho” Mansilla, aliado del narco y protagonista de una cinematográfica fuga de la cárcel de Piñero, en 2021.
Bullrich dispuso este cese de comunicaciones desde este lunes y a pocos días de que la Justicia federal de Morón, por pedido del fiscal Diego Iglesias de la PROCUNAR y el fiscal Sebastián Basso, tomará una determinación similar con Ariel “Guille” Cantero. El líder de Los Monos, según la investigación, utilizaba a su hija de 19 años para triangular llamadas y, de esta manera, impartir órdenes a los miembros de su organización.
Los fiscales destacaron que “Guille” y su sobrino Luciano “Lucho” Cantero, presos en Marcos Paz, también lograban pasar dispositivos electrónicos y celulares con diferentes métodos de ocultamiento.
En el caso de Alvarado y Mansilla, ambos alojados en el sector destinado al “Sistema Integral de Gestión para Personas Privadas de la Libertad de Alto Riesgo” en el Complejo Penitenciario Federal I del SPF, la determinación es de carácter preventivo y responde a los ataques violentos que se registraron a lo largo del año en Rosario, con amenazas a Bullrich, al gobernador Maximiliano Pullaro y a su ministro de Seguridad, Pablo Cococcioli.
Las autoridades provinciales sospechan que detrás de los hechos violentos asoma la figura de Alvarado, sindicado como uno de los narcos más peligrosos y poderos del país, incluso por encima de “Guille”, su principal rival en el territorio.
De acuerdo al documento, al que tuvo acceso Infobae, la Fiscal General de la Provincia de Santa Fe, María Cecilia Vranicich informó de forma expresa que “se estarían concretando maniobras para evadir los controles impuestos sobre las comunicaciones telefónicas autorizadas con el fin de tomar intervención en la comisión de hechos delictivos de gravedad”.
Al término del plazo indicado en la resolución ministerial, se formulará una consulta a la Fiscal General del Ministerio Público de la Acusación de la provincia de Santa Fe respecto de la continuidad de la medida.
Los atentados en Rosario tuvieron su máximo pico en los primeros días de marzo, con los homicidios del playero Bruno Bussanich, los taxistas, Diego Alejandro Celentano y Héctor Raúl Figueroa y el chofer de trolebús, Iván Daloia.
En cada uno de los ataques, los sicarios dejaron carteles intimidatorios que exigían el relajamiento de las medidas impuestas en pabellones de alto perfil, tanto en las cárceles provinciales como las federales.
Este fin de semana, incendiaron de forma intencional 13 vehículos estacionados en la vía pública. En uno de los puntos, los responsables dejaron una nota contra los tres funcionarios. “Háganse cargo de todo esto y de los muertos inocentes que va a haber. Queremos nuestros derechos, las visitas y las llamadas. Esto no va a terminar. Atte. Los Rosarinos”.
Nuevas restricciones
Por otro lado, hasta este lunes, los internos de alto riesgo podían comunicarse a través de un teléfono público, de uso compartido, unidireccional (solo admite llamadas salientes), instalado en el interior del pabellón, con abonados previamente autorizados por la Coordinación del Sistema.
Ahora, la Ministra dispuso, mediante otra resolución, que el aparato se ubique fuera del sector de alojamiento. Cada interno considerado de alto riesgo por el Servicio Penitenciario Federal podrá comunicarse telefónicamente una vez por semana, en un día y horario fijos y determinados en forma previa.
En cada turno semanal, el interno dispondrá de un período máximo y total de 20 minutos para hablar. Las comunicaciones telefónicas las realizará personal de custodia a efectos de comprobar si el/la receptor/a -previamente identificado- está dispuesto/a a recibir la llamada.
Quiénes son Esteban Alvarado y Claudio “Morocho” Mansilla
Esteban Alvarado fue condenado a prisión perpetua en junio de 2022 por una serie de homicidios y balaceras ocurridas en Rosario. Además, fue considerado líder de una asociación ilícita que incluía el lavado de dinero. Ese mismo año, recibió otros 15 años de prisión al ser considerado organizador del transporte de media tonelada de marihuana a la provincia de Río Negro en 2017.
En 2023, el enemigo de Los Monos fue noticia tras un frustrado intento de fuga del penal de Ezeiza, que le habría costado, según la causa, varios millones de pesos organizar.
Por su parte, Claudio “Morocho” Mansilla, señalado como uno de los delincuentes más pesados y violentos de Rosario, es uno de los principales aliados de Alvarado. Fue condenado a 25 años de cárcel por un doble homicidio, mientras se encontraba prófugo.
Mansilla fue uno de los ocho presos que escapó de la cárcel de Piñero en 2021, durante un golpe tipo comando, que dejó el saldo de un asaltante muerto. Este lunes comenzó el juicio por la evasión.
Es, además, pareja de Jésica “Fea” González, una mujer con antecedenes por venta de droga y media hermana de la actual novia de Alejandro Isaías Núñez, alias “Chuky Monedita”, otro narco imputado como instigador de los últimos crímenes mafiosos y considerado autor intelectual del homicidio de Carlos Argüelles, el testigo clave en la causa contra Alvarado que fue asesinado en septiembre de 2021.