Las fuerzas de seguridad del Escuadrón 54 de la Gendarmería Nacional, respaldadas por el personal de la Sección de Investigaciones Antidrogas “Aguaray”, llevaron a cabo la inspección física y documental de un vehículo Renault Kangoo que se desplazaba en dirección de Norte a Sur.
El operativo se desarrolló en la Ruta Nacional 34, en el kilómetro 1.466, con la participación del can detector de narcóticos “Ziro”, cuya alerta señaló la posible presencia de sustancias ilícitas en el interior del automóvil, concentrándose en el área del techo.
La Fiscalía Federal Tartagal intervino en el proceso, instruyendo el empleo del escáner portátil del Escuadrón 61 “Salvador Mazza”, que reveló imágenes rectangulares inconsistentes con la zona señalada.
Ante este hallazgo, los agentes procedieron a una inspección más exhaustiva del vehículo, en presencia de testigos, descubriendo una estructura metálica no conforme con la carrocería. Tras su remoción, se encontraron 67 paquetes rectangulares envueltos en nylon en su interior.
Con la asistencia del personal de Criminalística y Estudios Forenses, se llevó a cabo el Narcotest de campo, confirmando la presencia de cocaína, con un peso total de 64 kilos 410 gramos.
El juez a cargo ordenó el decomiso de la sustancia y del vehículo, así como la detención de un hombre y una mujer, en violación a la Ley 23.737 sobre Estupefacientes.
A mediados del mes de marzo pasado, en otro operativo, en el Paso Fronterizo Internacional La Quiaca - Villazón, agentes de la Dirección General de Aduanas pertenecientes a la Administración Federal de Ingresos Públicos descubrieron un importante cargamento de cocaína, con un peso total de más de 24 kilogramos, oculto en el interior de un vehículo que ingresaba al país desde Bolivia.
El incidente tuvo lugar durante controles de rutina cuando llamó la atención de los agentes aduaneros la llegada de un automóvil ocupado por dos adultos bolivianos y dos menores argentinos, debido a un olor particular proveniente del vehículo.
Ante la sospecha de actividad ilícita, los funcionarios aduaneros procedieron a realizar una inspección más minuciosa, utilizando una unidad móvil de escaneo y la asistencia de Gaia, un perro entrenado en la detección de drogas.
La inspección detallada confirmó las sospechas iniciales, revelando compartimentos ocultos en diversas partes del vehículo, incluidos espacios entre el motor y el habitáculo, el sector superior del guardabarros y dentro de los conductos del sistema de aire acondicionado.
Según informó el organismo, tras desmontar meticulosamente el vehículo, se accedió a la carga ilícita, encontrando un total de 24.155 gramos de cocaína, que dio positivo en pruebas de Narcotest. El valor estimado del cargamento incautado ascendió a unos 299.444.000 pesos argentinos.
La Unidad Fiscal de Jujuy intervino de inmediato, ordenando el secuestro del estupefaciente y del vehículo implicado, así como de varios teléfonos celulares y una suma de dinero en efectivo de 218.000 pesos, encontrados en posesión de los ocupantes del automóvil.
Además, se procedió a la detención de los adultos involucrados en el caso, quienes enfrentan cargos por contrabando agravado de sustancias prohibidas.
Y este incidente no fue un caso aislado en la lucha contra el narcotráfico en las fronteras argentinas porque en un hecho relacionado, y demostrando la persistente amenaza del tráfico de drogas en la región, el 1 de febrero de este año, más de 600 kilos de cocaína fueron incautados durante un control realizado por la GNA en la Ruta Nacional 34, a la altura de la localidad de Libertador General San Martín, en la provincia de Jujuy.
Ese operativo se inició cuando los efectivos de la fuerza de seguridad, pertenecientes al Escuadrón 60 “San Pedro”, desplegados en el área, intentaron detener a un camión para una inspección de rutina. Sin embargo, lejos de acatar la orden, el conductor del vehículo aceleró bruscamente, dando inicio a una persecución que concluyó con la detención de los dos ocupantes tras una breve fuga a pie.
Durante la revisión del camión, las autoridades encontraron 11 bultos envueltos en plástico negro, conocidos como bolsas de consorcio, que contenían en su interior un total de 601 paquetes rectangulares de cocaína. El peso total de la droga incautada se estimó en aproximadamente 628 kilogramos.