Luego de que salieran a la luz nuevas imágenes de la noche en que Felicitas Alvite (20) embistió y mató a un motociclista tras haber cruzado un semáforo en rojo en el partido de La Plata, los abogados de la influencer apelaron la decisión de la jueza Marcela Garmendia de ordenar la detención de la conductora. También, interpusieron un recurso tras el rechazo a la eximición de prisión que habían elevado. ”Es una chica de bien, sana, que no se droga”, dijeron.
Mientras tanto, la acusada sigue libre.
El siniestro vial ocurrió el pasado 12 de abril a la madrugada sobre la avenida 13, entre 531 y 532, de la localidad de Tolosa y quedó registrado por las cámaras de seguridad municipales. Las imágenes son realmente trágicas. Inicialmente, el fiscal Fernando Padován, de la UFI N°12 de delitos culposos de La Plata, había imputado a la influencer por el delito de homicidio culposo (NdeR: causar la muerte de una persona por una acción negligente), que prevé una pena de seis meses a cinco años de prisión.
Sin embargo, el funcionario judicial decidió cambiar la imputación de Alvite por homicidio simple con dolo eventual y pidió la detención al juzgado que interviene en la causa. La jueza Garmendia le dio el visto bueno, aunque, de momento, la influencer seguirá en libertad hasta que la Cámara se pronuncie acerca del pedido de eximición de prisión que solicitó la acusada.
Los fundamentos del recurso incluyeron una defensa detallada de la conductora y el carácter de Alvite, alegando su inocencia. Se destacó que no es una automovilista imprudente ni ha participado en carreras ilegales, sino que fue involucrada en un desafortunado accidente de tráfico, del cual no se fugó y durante el cual cooperó con las autoridades.
“La realidad de los hechos: quién es Felicitas Alvite”, es el título de la segunda página de la apelación presentada por los letrados Flavio Giemmo y Santiago Irisarri. “Previo a todo, debemos manifestar que Felicitas no es una ‘corredora de picadas’, ni una ‘persona que usa su automóvil para matar’; más bien todo lo contrario, es una chica de bien, sana, que no se droga ni consume prácticamente alcohol y que nunca, absolutamente nunca, había tenido inconveniente alguno con la ley ni con terceros”, describieron en el documento al que accedió Infobae.
Además, los letrados argumentaron en contra de la clasificación del delito del fiscal Padován, proponiendo que el caso se ajusta más apropiadamente a un delito culposo bajo la figura de la “culpa temeraria”.
En la apelación, los letrados hacen referencia a un video de la cuenta de TikTok de la acusada que circuló en redes sociales y generó mucha indignación, en donde celebraba su pasión por el manejo y decía: “¿Miedo? Miedo es ir conmigo en el auto porque soy un constante ‘ese quiere correr’ y me hago la ‘Toretto’”. Al respecto, aseguraron que se trata de una imagen “sacada de contexto” y que “no corresponde en lo más mínimo” con su persona.
También explican que la mujer no tiene vehículo propio, sino que comparte el de su madre con sus cuatro hermanos: “No lo utiliza de noche, de día se limita a utilizarlo para ir al trabajo y no corre ‘picadas’”. Y piden que la acusada pueda contar su versión de los hechos.
“Estamos pidiendo que declare nuestra defendida, quien va a aportar datos relevantes que desvirtúan la hipótesis fiscal, concretamente, que no hubo ninguna picada”, asegura Gliemmo, parte del equipo que prepara su defensa, en diálogo con Infobae.
La versión de la acusada
De acuerdo con la versión de Alvite, la noche antes del accidente salió con amigos a un bar de La Plata y, al ser la única que no había consumido alcohol, el dueño del vehículo le pidió que manejara a la vuelta.
Para la defensa “nunca se pactó una picada ni nada similar”, sino que le pidió a una persona conocida de City Bell a bordo de otro auto que la guiara para salir de La Plata y, “como consecuencia de su conducción imprudente y veloz”, cruzó un semáforo en rojo y causó la muerte de Rubén Armand (35).
Los letrados niegan que la influencer haya tenido la intención de causarle la muerte a otra persona. En esa línea, indicaron que la joven “no se escapó” ni se negó a hacerse un control de alcoholemia, sino que ningún funcionario se lo requirió.
Otro de los puntos de la defensa es que, de acuerdo a su versión, la acusada intentó comunicarse con los familiares de la víctima para ofrecer disculpas, pero que no lo logró.
“Desde el momento del hecho, nuestra asistida ha padecido ataques de pánico, no duerme con normalidad y, lógicamente, no ha vuelto a manejar ni tiene la más mínima intención de hacerlo”, cerraron.