De la noche a la mañana liberaron a tres personas que estaban acusadas como sospechosas de participar en la quema de trece vehículos en la vía pública, como parte de una amenaza a funcionarios políticos, provinciales y nacionales.
A pesar de haber estado en la mira como presuntos autores de los actos de vandalismo y las amenazas públicas, recuperaron la libertad por no haber elementos que los vinculen a los hechos. Así lo confirmaron desde la Fiscalía Regional 2 de Rosario y agregaron que la investigación está en manos del fiscal de Balaceras y Extorsiones Pablo Socca, quien ordenó la realización de tareas investigativas en estricta reserva.
Los sospechosos, dos hombres y una mujer, habrían sido detenidos por el Comando Radioeléctrico, mientras circulaban en un utilitario en Provincias Unidas y Urquiza con una botella plástica con nafta, una manguera de un metro y dos botellas de vidrio con alcohol etílico.
Finalmente, según dio a conocer el medio local La Capital, quedó descartada su participación en el acto y continúan buscando un responsable para la serie de incendios y amenazas ocurridas.
Los incidentes se desarrollaron entre las 2 y las 4 de la madrugada del sábado, en calles de las zonas sur y sudoeste. Los incendios fueron todos intencionales y en al menos tres de los hechos hubo viviendas alcanzadas por las llamas.
En uno de los hechos, los agresores dejaron una nota dirigida al gobernador Maximiliano Pullaro, al ministro de Seguridad Pablo Cococcioni y a su par nacional Patricia Bullrich, en la que dan aviso de que habrá “muertos inocentes” y piden visitas y comunicaciones desde prisión.
Uno de los mensajes decía textualmente: “Bullrich, Pullaro y Cococcioni, esto es por ustedes queremos que vuelvan las llamadas y las visitas si no vamos a seguir matando inocentes”. Firmado: “Los rosarinos”.
El primer ataque fue en Santiago al 3800, en el distrito sur, donde se reportaron tres autos incendiados. Doce minutos después, y a 14 cuadras de distancia, se dio una situación parecida en Turín al 3800, donde ardieron dos autos.
En Italia al 3800, también en el sector sur rosarino, fueron prendidos fuegos dos autos. Allí, el Comando Radioeléctrico incautó la nota para las autoridades del Ejecutivo provincial y nacional. Dicho papel fue secuestrado y será objeto de análisis por parte del Ministerio Público de la Acusación.
Los otros incendios fueron en La Paz al 3300, Laprida al 6300, Wagner y Mitre y Gutenberg al 1500.
En el incendio de la calle Santiago, se quemó la Fiorino de David Martínez. Sus hijos encontraron el mensaje narco tirado en la vereda.
El hombre estaba desesperado porque necesita el vehículo para trabajar. Se dedica al reparto de medicamentos pero además lo usaba para trasladar a su hijo discapacitado de 14 años. “No tengo cómo llevar a Lucas a la escuela ahora”, se lamentó el padre.
En esa misma cuadra, incendiaron dos autos más, además de la Fiorino de la familia Martínez. Los vecinos dicen que hasta ahora ese era un barrio tranquilo pero que ahora tienen miedo; sienten que cualquier cosa le puede pasar a cualquiera.
Las intimidaciones ocurrieron después de una serie de atentados y crímenes “narcoterroristas” en Rosario, que fueron cometidos en el pasado mes. Pero además, en las últimas dos semanas hubo resoluciones judiciales que endurecieron las condiciones de detención de varios reclusos de alto perfil, como los casos de Ariel Máximo “Guille” Cantero y Uriel Luciano “Lucho” Cantero, líder de Los Monos y su sobrino, respectivamente.
Los Cantero, por resolución del juez federal Jorge Rodríguez, tiene prohibición de utilizar el teléfono fijo del pabellón 7 del penal de Marcos Paz. La única excepción para realizar una comunicación es que lo hagan al teléfono de su defensor, ya sea público o particular. En el caso de “Guille”, además, el magistrado le imposibilitó que siga recibiendo la visita de un hombre y una mujer que habían sido autorizados judicialmente luego de que el capo narco las solicitara basándose en su bisexualidad.
Otro de los presos que tuvo medidas más severas en prisión fue Alejandro Isaías Núñez, alias “Chucky Monedita”, quien fue imputado hace dos semanas por la presunta instigación de los homicidios de los taxistas Héctor Raúl Figueroa (43 años) y Diego Alejandro Celentano (38) y la balacera contra la comisaría 15 de Sarmiento y Ameghino. En su caso, la provincia dispuso que no pueda recibir más visitas, ya que su pareja Brenda Natalí Pared –ahora imputada y en prisión preventiva efectiva– había sido quien a criterio de los fiscales había recibido las directivas en una de las visitas presenciales y luego organizó los atentados y asesinatos.