Un joven de 21 años murió tras haber sido atacado a golpes y puñaladas el último fin de semana en Villa Celina, localidad del partido bonaerense de La Matanza, en medio de un altercado con vecinos que lo acusaron de robar un teléfono celular y dinero. Por la muerte del sospechoso fueron detenidos dos hermanos.
Ocurrió durante la madrugada del domingo pasado. Las autoridades tomaron conocimiento después de que ingresara un llamado al 911 que alertó la presencia de un cadáver en la esquina de Ramón Carrillo y Pasaje Uno. Efectivos de la comisaría de la zona fueron hasta allí y lo hallaron tendido en el suelo, boca arriba y ya sin vida. Luego lo identificaron: se trata de Agustín Ezequiel Mansilla.
Mientras agentes de la Policía Científica realizaron las primeras pericias en la escena, otros oficiales comenzaron a recabar testimonios en el marco de una investigación que encabeza el fiscal Matías Folino, de la Unidad Funcional de Instrucción Temática Homicidios Dolosos de La Matanza.
Según pudo saber Infobae, familiares de Mansilla señalaron a dos hermanos de 34 y 27 años, vecinos de la misma localidad, como los responsables de la muerte del joven.
De acuerdo a la reconstrucción parcial de los investigadores, ambos habían ido a buscar al fallecido para recriminarle un robo que habían sufrido unas horas antes, en el transcurso del sábado. Así lo encontraron en un domicilio ubicado sobre la calle Ramón Carrillo. Y en esas circunstancias se habría producido una discusión que escaló hasta la confrontación física.
Mansilla empezó a ser agredido a las trompadas y con un cuchillo. Como pudo, alcanzó a escapar de lo que había iniciado como una pelea y se convirtió en una feroz arremetida. En su desesperación, incluso, saltó desde un primer piso y se golpeó aún más.
Pese a estar gravemente herido, el joven corrió y buscó esconderse en el barrio hasta que finalmente no resistió más y cayó al suelo. Había recibido varios golpes en su cuerpo. Posteriormente, la autopsia reveló que murió a causa de una herida contuso cortante en el antebrazo derecho.
Luego de las averiguaciones iniciales, los policías detuvieron a los hermanos, ambos de nacionalidad boliviana. En allanamientos, además, el personal policial secuestró dos pares de zapatillas con manchas hemáticas que están siendo peritadas: presuntamente se trata de rastros de sangre de la víctima fatal.
Fuentes del caso comunicaron a este medio que ambos acusados accedieron a declarar y dar su versión de lo sucedido ante el fiscal Folino. Básicamente, dijeron que no tuvieron intención de matarlo.
“Refirieron haber sido víctimas de un robo por parte de esta persona (Mansilla) momentos antes del hecho y posteriormente se lo fueron a recriminar. Entonces, dijeron que se produjo una pelea en la que Mansilla fue herido de muerte, no habiendo sido su intención matarlo”, contaron las fuentes.
Mientras se aguardan los resultados de las pericias y de otras medidas, se investiga si el caso podría llegar a encuadrarse dentro de un exceso en la legítima defensa, lo cual aliviaría la situación procesal de los imputados. Por el momento, hacia este jueves los hermanos permanecían bajo arresto y la acusación seguía siendo la misma: homicidio.
El fiscal, además, espera contar con otro dato de relevancia en las próximas horas: algunas declaraciones que ya fueron incorporadas al expediente apuntan a que Mansilla “tenía malos hábitos” en el barrio. Los testimonios incluso dieron indicios de que tenía antecedentes penales. “Pero eso todavía no está corroborado por organismos oficiales”, señalaron a este medio.
Salvando las distancias, el caso recuerda a lo sucedido la semana pasada en La Plata. Ariel Rubén Darío González, un delincuente de 16 años, murió tras recibir cinco balazos en medio de un robo a una distribuidora de Tolosa, en el partido de La Plata.
El menor había ingresado a robar junto a un cómplice a un comercio. Ambos estaban armados y amenazaron a los empleados. El dueño advirtió la situación y decidió enfrentarlos: el asaltante fallecido entonces intentó abrir fuego contra el comerciante, pero no le salió el disparo. Luego murió en la entrada al negocio. La autopsia reveló que le dieron tres balazos por la espalda, otro en un glúteo y el restante en la región inguinal.