A seis días del crimen de Ariel Rubén Darío González, el delincuente de 16 años muerto a tiros por un comerciante de Tolosa, partido de La Plata, se conoció el informe de la autopsia practicada al cuerpo del asaltante. El documento precisa que la víctima murió de cinco disparos, tres de los cuales ingresaron por la espalda mientras intentaba darse a la fuga.
Según precisa el informe de la necropsia practicada en la Morgue Judicial de La Plata, González falleció por un “shock hipovolémico, secundario a lesión pulmonar, cardíaca y de los grandes vasos, producidas por herida de proyectil de arma de fuego”.
Producto de los disparos recibidos cuando intentaba escapar de la distribuidora “Don Otto”, ubicada en calle 520, entre 11 y 12, el asaltante al momento de la pericia presentaba “múltiples lesiones por pasaje de proyectil, de arma de fuego en tórax, región escapular, inguinal, sacra y glúteo derecho”.
En este sentido, las doctoras Lorena Bologna y María Florencia Picone, peritos médicos legistas de la Asesoría Pericial de La Plata, concluyeron que estas heridas provocaron “lesiones de órganos vitales como pulmones, ruptura cardiaca y grades vasos, produciendo un hemotórax masivo bilateral, hemopericardio y sangrado en retroperitoneo, que conduce a un shock hipovolémico, siendo esto la causa del fallecimiento”, según el informe al que accedió Infobae.
En cuanto a los cinco disparos que recibió González, uno de ellos ingresó a la altura del “subescapular izquierdo -un músculo ubicado a en la región del hombro- con trayectoria de abajo hacia arriba y de derecha a izquierda, a modo de sedal, sin ingresar a cavidad torácica, con salida por orificio a nivel escapular izquierdo”.
Por su parte, otro de los disparos que recibió el delincuente entró “a nivel de región dorsal derecha de tórax, con trayectoria de atrás a adelante, de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba”. En este caso, la bala sí ingresó a la cavidad torácica.
González recibió un tercer proyectil de arma de fuego que ingresó a la altura del sacro, con trayectoria horizontal, de atrás hacia adelante ligeramente hacia arriba, el cual generó “lesión ósea, y compromiso de estructuras vasculares de retroperitoneo”.
El cuarto disparo que recibió González fue a la altura del glúteo derecho, con trayectoria de atrás hacia adelante, en tanto que el último balazo fue a la altura de la región inguinal izquierda.
Sobre la continuidad de la investigación, las fuentes judiciales consultadas por este medio indicaron que el fiscal Álvaro Garganta, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N° 11 del Departamento Judicial de La Plata, continúa trabajando en búsqueda del cómplice de González, que al día de hoy continúa prófugo.
Antes de que se conocieran los resultados de la autopsia practicada al cuerpo del ladrón abatido, los investigadores consideraban que los hechos están prácticamente “esclarecidos”. Según supo este medio, inicialmente había dudas sobre si los disparos ocurrieron en secuencias diferentes, con el ladrón en fuga y siendo perseguido tras el asalto, lo que hubiese complicado la situación del propietario de la distribuidora.
Pero eso quedó descartado tras la recolección de las primeras pruebas incorporadas al expediente, incluidas las cámaras de vigilancia del interior del comercio que registraron parte de lo sucedido. Para el fiscal Garganta, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°11, el imputado actuó en legítima defensa, un razonamiento que el fiscal sostiene aún después de la autopsia, ya que, según afirmaron fuentes judiciales a este medio, “el peligro continuaba latente para el comerciante, podía darse vuelta y disparar”.
El hecho
La violenta secuencia ocurrió cerca de las 13 del viernes pasado en la distribuidora “Don Otto”, donde estaban el dueño, dos empleadas y algunos clientes. Dos ladrones armados quisieron asaltar el lugar, González y su cómplice. Ante esa situación, el propietario fue a buscar un arma de fuego y cuando regresó vio que los delincuentes tenían en el suelo a las víctimas.
Según contó a la prensa el abogado del imputado, Marcelo Mazzeo, el delincuente fallecido intentó abrir fuego contra el comerciante pero no le salió el disparo. “Su arma tenía una munición percutada”, confirmó Garganta, y agregó: “Mi cliente respondió cuando escuchó gatillar el revólver del delincuente”.
Como consecuencia, González, quien contaba con antecedentes por robos de similar modalidad. cayó muerto en la entrada del negocio. Mientras tanto, su cómplice escapó.
En la puerta del local había quedado la moto en la que se movilizaban los delincuentes, un vehículo marca Blitz que tenía pedido de secuestro activo: había sido robada hacía unos pocos días en la zona de la Comisaría Novena de La Plata. El rodado fue secuestrado.
Tal como informó este medio luego del hecho, el comerciante decidió postergar su declaración por recomendación de su abogado. Se espera que el imputado cuente su versión de los hechos al fiscal Garganta durante esta semana.