Eduardo Benicelli, padre de Matías Benicelli, uno de los condenados a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa, habló por primera vez y reclamó justicia para su hijo, luego de que la Cámara de Casación Penal confirmara semanas atrás la sentencia a la pena máxima que se le había otorgado en un tribunal de Dolores y de que desistiera de la representación legal de Hugo Tomei, quien lo patrocinó en el juicio.
“Yo quiero justicia, pero por mi hijo. Si tiene que pagar, que pague, pero por lo que hizo. La madre de Fernando dijo que paguen los que fueron. Sé que mi hijo no fue”, lanzó Eduardo Benicelli.
Y reveló en diálogo con Telenoche que se puso en el lugar de los padres de Báez Sosa: “No se puede volver el tiempo atrás, pero me encantaría, me encantaría que esa familia (los papás de la víctima) pudiera conocer a Matías antes de esto”.
“Me gustaría que se haga justicia. Esto que se hizo, mandar un chico de 20 años a que nunca más salga de la cárcel, no es justicia”, dijo. Sus declaraciones se dieron después de que se rompiera el pacto de silencio entre los condenados y de que su hijo cambiara de abogado, en medio de cuestionamientos a la labor de su anterior representante legal.
Benicelli aseguró estar convencido de que su hijo no mató a Fernando: “Estoy seguro de que no es un asesino”. Y aclaró: “Es lo primero que me dijo la primera vez que lo vi en prisión. Y le creo. Yo hablo de Matías, nada más”.
El hombre reveló que, más allá de eso, nunca pudieron conversar de todo lo que pasó aquella noche del 18 de enero del 2020 a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell con su hijo: “No pude. Pero llorando me dijo: ‘Papá, yo no lo maté’. Fue lo que me contestó a través de una reja”.
“Verlo detrás de una reja fue horrible. Nunca pensé vivir algo así, pasar por una situación como esta”, agregó en otro tramo de la entrevista. E insistió: “No sé quién fue y quién no (los autores del crimen). Sé que mi hijo no. Quiero que se haga justicia. Que mi hijo, si tiene que pagar algo, pague por lo que hizo, pero no por lo que no hizo”.
El padre también manifestó que siente “indignación y bronca” cada vez que escucha o lee que a su hijo se lo llama asesino. “Es una palabra muy fuerte (...) Él está seguro de que no lo mató. Más allá de que esté condenado, la Justicia puede decir una cosa, pero los hechos dicen otra. Yo veo los videos (del hecho) y en ningún lado veo que él esté pegando, está lejos del chico fallecido”.
Al recordar cómo era la vida de su hijo fuera de prisión, dijo: “Era un chico que estudiaba la mañana, salía del colegio e iba a trabajar conmigo al taller. Jugaba mucho al fútbol. Le chocó que le pusieran el apodo de ‘rugbier’ cuando nunca había jugado”.
“Un día me dijo que quería ir una semana de vacaciones con estos chicos a Villa Gesell”, continuó su relato y rememoró el momento en que conoció lo que había sucedido. “Me enteré a la mañana. Mi señora me dice: ‘Mati no llamó a la madrugada para avisar que había llegado’. Le dijo: ‘Negra, no seas dramática’. Al rato, ella vuelve y me dice: ‘Hubo una pelea en Gesell y dicen que hay un chico muerto’. Prendí la tele y vi que decían que había un grupo de Zárate de diez personas involucrada. Entonces, agarré el auto y fui sin saber quién era (la víctima fatal). Me enteré allá de lo que había pasado, por los medios”.
Por último, criticó a Hugo Tomei, el ex abogado de Matías. “No lo aconsejó bien. Mi hijo me jura que no lo mató a Fernando y está con perpetua”, sostuvo.
La consideración del nuevo letrado de Benicelli hijo, Carlos Attías, es que la labor de Tomei careció de eficacia debido a que ejerció la defensa de los ocho acusados y, por querer hacerlo a la totalidad del grupo, no representó sus intereses individuales y los de los demás. En ese sentido, planteó que su cliente fue privado de dar explicaciones que podrían haber atenuado su situación procesal.
“Puedo jurar por mis hijos que Matías no tuvo ningún tipo de incidencia en el desenlace fatídico del homicidio de Fernando Báez Sosa”, afirmó Attías, que apeló el fallo ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense.
El mismo planteo hizo Máximo Thomsen, quien por medio de un recurso señaló a otros dos de los condenados, dio su versión de los hechos, negó que haya habido premeditación para matar al joven de 18 años y pidió un nuevo juicio.