“Lo patearon hasta matarlo, hasta quebrarle la cervical”. El dolor atraviesa las palabras de Mario, el padre de Jesús Buffarini, el jugador de fútbol de 23 años del club Recreativo Unión de Olaeta de la Liga Regional de Río Cuarto que fue asesinado la madrugada del domingo durante una pelea a la salida de un boliche de la localidad cordobesa de General Cabrera.
Por el crimen de Jesús, hay un detenido de 23 años, que se entregó en una comisaría el mismo domingo del asesinato y fue acusado del delito homicidio preterintencional (NdeR: delito que comete quien realiza una acción con intención de lesionar a una persona, pero, accidentalmente, lo mata) por el fiscal de instrucción de Río Cuarto, Daniel Miralles.
“Quiero que se haga justicia, a mi hijo no me lo devuelven más, él ya murió y lo estoy enterrando. No quiero que esto le pase a otro padre. Hay uno de los que le pegó que tiene poder y dinero”, reveló Mario Buffarini en diálogo con Cadena 3.
Y contó que el domingo a la madrugada su hijo estaba festejando el cumpleaños de su novia en un boliche. Fue en ese contexto que se inició la disputa que finalizaría en la calle, a unas ocho cuadras de la disco.
“Discutió con dos o tres, lo patearon hasta matarlo. Llega a los cinco minutos un sobrino y un amigo de él, quienes lo auxilian. Lo auxilian ellos en un vehículo y lo llevan al hospital. Pero, cuando ingresó, ya lo hizo sin signos vitales, ya estaba muerto”, reseñó el padre de la víctima. Fueron los médicos quienes avisaron a la Policía.
En ese contexto, luego se entregaría el único detenido del caso, mientras que la Justicia busca a los otros sospechosos que estuvieron involucrados en la pelea. Para el fiscal Miralles, la muerte de Jesús se produjo tras caer al piso por uno de los golpes que le propinaron los agresores: sufrió la fractura de la columna vertebral.
El funcionario judicial, también en diálogo con Cadena 3, dio detalles del ataque luego de la gresca en el local bailable. “Hasta allí llegan tres personas, con una de las cuales comienza una disputa y un enfrentamiento, golpes de puño y empujones”, explicó y añadió que, entonces, se sumó un segundo agresor que le pegó a Jesús y eso “le hizo perder el equilibrio y caer al suelo”.
Y concluyó: “La caída resultó en una fractura de columna vertebral y espina dorsal”. Sin embargo, el fiscal avisó que aún aguardan el resultado de la autopsia para tener mayores precisiones sobre la causa de la muerte.
“Hay una relación de causalidad. A raíz de un golpe, él pierde el equilibrio y cae sobre el piso y se produce esa consecuencia”, describió y por eso investiga el caso como un “homicidio preterintencional”.
Despedida
“Gracias por dejarnos lindos recuerdos, gracias por tu alegría y por tus goles. Nuestras condolencias a sus familiares y seres queridos”, fue el triste posteo de Instagram del club Recreativo Unión de Olaeta, donde jugaba Jesús.
“¡Vuela alto Pri, como me decías a mí, Pri! Tengo los mejores recuerdos de vos, chiquito, tantos momentos juntos. No lo puedo creer... Mi alma, sólo vamos a estar de pie para pedir justicia, porque eras un ser de luz, como tu nombre, un chico humilde, sin maldad para nada... ¡Justicia!”, posteó en Facebook Yanina, su prima.
Mientras que otra familia, de nombre Jimena, escribió con dolor: “Te amo, mi amor. ¿Por qué, mi vida, por queeé?”.