Los vecinos de la habitualmente tranquila localidad balnearia de Mar del Sud, en el partido bonaerense de General Alvarado, quedaron conmocionados este jueves, cuando detuvieron a dos policías del destacamento local. Los efectivos desvalijaron una casa y se llevaron el botín a bordo del patrullero.
Entre los bienes que secuestraron en los domicilios de los ahora detenidos, recuperaron cuatro televisores, un horno eléctrico, un microondas, una computadora, una bicicleta y hasta un cuatriciclo, todo perteneciente a los dueños de la vivienda, que se encontraban en la Ciudad de Buenos Aires.
Apenas iniciado el pasado domingo, antes de la 1 de la mañana, vecinos denunciaron que estaba sonando la alarma de una vivienda ubicada en la Calle 11, entre 94 y 96, de la mencionada localidad de la costa atlántica. Los agentes involucrados se dirigieron al domicilio y, junto a la cuidadora del domicilio y el marido de la misma, constataron que si bien habían ingresado a la casa y habían generado desorden, no faltaba nada. Procedieron a tapiar la puerta trasera y partieron.
Más tarde, ya a las 14, la mujer volvió al lugar para realizar tareas de limpieza y se llevó una gran sorpresa: habían vuelto a entrar por la puerta trasera, luego de haber dañado los sensores de la alarma, y esta vez sí se habían robado varios electrodomésticos, una bicicleta y un cuatriciclo valuado en diez mil dólares.
Los poliladrones no contaban con dos elementos que les jugarían en contra: las cámaras de seguridad del municipio y privadas, y el AVL (dispositivo de seguimiento) del patrullero.
Claro, es que tras haber notado ciertas irregularidades, el jefe comunal de la Policía, Diego Gancedo, acompañó y apoyó a la investigación en persona y constató que fueron los agentes quienes, luego de su primera visita al lugar, regresaron para concretar el robo. Además, fuentes de la fuerza le informaron a Infobae cuál fue el derrotero de los delincuentes tras concretar el delito.
El seguimiento del móvil indica que tras la primera denuncia merodeó alrededor del domicilio siniestrado hasta que, a las 4.20, se dirigió hacia Miramar y se detuvo varios minutos ante la casa de uno de ellos, ubicada en la Calle 68 y 25 de dicha ciudad. Para sumar sospechas, “llegaron hasta allí no por el camino más directo, sino en zig zag por calles de tierra y en noche de tormenta, con barro”. Luego, volvieron a Mar del Sud a completar su turno de trabajo.
Fuentes de la investigación le indicaron a Infobae que las coordenadas de los AVL no se piden siempre. En este caso, la fiscal Ana María Caro, de la UFI Descentralizada de Miramar, las solicitó porque, entre las varias situaciones que invitaban a sospechar sobre los policías, ni siquiera habían notificado a sus pares de la primera tentativa de robo al finalizar su turno.
En las imágenes recolectadas, este medio pudo averiguar que una cámara perteneciente a un privado y al que pudieron acceder los investigadores captó el momento en que la camioneta de patrulla circulaba con los elementos robados cargados en su caja trasera.
Tras una investigación minuciosa que se hizo “en dos días, herméticamente”, se ordenaron los allanamientos a las propiedades de los policías y sus detenciones.
Así fue que, con la participación de la Sub DDI de Miramar, se procedió a detener al sargento Facundo Ezequiel Tolosa y al oficial Roberto Oscar Roldán. A uno de ellos lo atraparon mientras cumplía servicio en el destacamento de Mar del Sud.
Tras los allanamientos, encontraron todos los bienes sustraídos. Uno se llevó los electrodomésticos y el otro el cuatriciclo y la bicicleta. Ambos fueron desafectados automáticamente de la policía y trasladados a la Unidad Penal 44 de Batán.
Este viernes los ladrones de casas declararon ante la fiscal Caro. Tanto Tolosa como Roldán reconocieron el robo y aseguraron estar arrepentidos. Si bien hay algunas contradicciones entre ambos testimonios sobre cómo ingresaron a la vivienda, coincidieron en los puntos más importantes y afrontan los cargos de robo agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público.