Sebastián Iván Macheroni, un herrero de 31 años, fue asesinado este miércoles a la madrugada, en la localidad bonaerense de Mayor Buratovich, en Villarino, por dos plantas de marihuana que tenía en el patio de su casa.
Fuentes judiciales indicaron a Infobae que la víctima escuchó ruidos, salió y descubrió al ladrón en plena tarea. El intruso le disparó dos veces al dueño del cannabis.
Macheroni fue trasladado al hospital local, pero llegó ya sin vida. Allí, los médicos le detectaron una herida en la zona intercostal izquierda y otra en lado derecho. Se trataría del mismo plomo que le atravesó el abdomen y afectó la aorta. Esa herida la causó la muerte.
Fue el hermano de la víctima, Juan Macheroni, quien reconoció y persiguió al autor de los disparos, hasta que lo perdió de vista, pero a la Policía le aportó datos de cómo estaba vestido, indicó la agencia de noticias NA. Sin embargo, este medio pudo saber que, hasta el momento, no hay detenidos.
Una persona fue resguardada en la comisaría debido a que los familiares de la víctima, que lo señalan como el presunto homicida, se presentaron en su domicilio y discutieron de forma vehemente con él.
De acuerdo a medios locales, los investigadores no descartan la participación de una tercera persona. En tanto, trabajan sobre pistas y analizan las imágenes de cámaras de seguridad. También se analizan cámaras de seguridad para determinar la ruta de fuga. La causa es investigada por la Policía Bonaerense y la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio N° 5 a cargo del fiscal Jorge Viego.
La historia detrás de la muerte de un ladrón de plantas de marihuana
Los cultivadores argentinos de marihuana que plantan en sus casas, muchos de ellos amparados por la ley en el registro nacional del REPROCANN, suelen ser gente apacible. Los ataques de cogolleros, o ladrones furtivos de porro en flor, son un daño colateral en la actividad. Por lo general, estos ataques terminan en no mucho más que un lamento.
Un caso inverso al de Macheroni ocurrió en la localidad bonaerense de Exaltación de la Cruz, donde un “cogollero” terminó con un tiro por la espalda. Por el crimen, el Departamento Inteligencia contra el Crimen Organizado de la Policía Federal detuvo a tres personas, con una causa a cargo del fiscal Juan Manel Esperante: dos de ellas son jubilados de 83 y 84 años.
El homicidio ocurrió el 28 de noviembre, cuando un cadáver fue encontrado en la colectora sur de la Ruta 8, a la altura de Parada Robles, a menos de cien kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, con una bala en el omóplato izquierdo. La Policía Bonaerense identificó al cadáver. Se trataba de Alejandro Miguel Ignazi, un hombre de la zona, de 30 años. Ignazi, se había dirigido con otros dos sospechosos al predio de Darío Martín P., alias “El Venezolano”, para robarle sus plantas de porro.
Al verlos en plena noche, Darío P. comenzó a disparar. Ignazi murió a metros de la finca.
Los sobrevivientes del caso le contaron la historia al fiscal Esperante. “Fuimos tres y volvimos dos”, fue el eufemismo.