Cómo vive la familia de Lola Chomnalez tras la condena al femicida: “Ahora empieza el duelo real”

Leonardo David Sena fue sentenciado a 27 años de cárcel por el crimen de diciembre de 2014 en la playa de Barra de Balizas, en Uruguay. Cómo sigue el proceso

Guardar
La madre y el padre
La madre y el padre de Lola Chomnalez (Martín Rosenzveig)

Ayer miércoles, la Justicia uruguaya condenó a 27 años y 6 meses de prisión a Leonardo David Sena por el femicidio de Lola Chomnalez, la adolescente argentina asesinada en diciembre de 2014 en una playa de Barra de Valizas. La sentencia, que llega después de casi una década, trajo alivio a los padres de la víctima porque en algún punto temieron que el caso quedara impune.

“Estamos dejando atrás esa carga y ahora se empieza el duelo real, que ya no es sufrir, tratar de aceptar la pérdida. El dolor estará para toda nuestra vida pero sabiendo que hicimos todo, no nos quedamos con ningún lugar sin pedir auxilio”, señaló Adriana, la mamá de Lola, en diálogo con TN.

Desde su casa en Caballito y acompañada por Diego, el papá de Lola, dijo que los sorprendió la noticia de la condena y confesó que ahora se siente “mejor persona y con mucha energía”.

“Estamos impactados desde que nos dieron la noticia y emocionados. No paramos de llorar ayer”, señaló Diego, a su turno. Al ser consultados acerca de Sena, las opiniones de ambos fueron muy diferentes. El padre de la adolescente, por un lado, se mostró a favor de aplicarle una pena más dura al asesino, mientras que la mujer pidió que la condena quede firme.

“Yo estoy a favor de la pena de muerte, porque a mi hija se la aplicaron, y estos monstruos tienen derecho a todo, a no decir qué pasó, tienen derecho a tener un abogado”, dijo Diego. La mamá de Lola, más tranquila, dijo que no lo perdona porque eso “le corresponde a Dios”, y le hizo un pedido a la Justicia.

“Espero que la sentencia quede firme, que no vuelva a salir, y que los magistrados entiendan que con la liberación hasta puede haber más víctimas”, insistió.

Cómo vivieron el proceso y qué puede pasar ahora

“Fueron muchos años de impunidad pura pero se hizo justicia”, dijo esta mañana a Infobae Juan Raúl Williman, uno de los abogados de la familia de la joven asesinada. “La familia tuvo que esperar diez años para tener en realidad sentencias de esta naturaleza. Primero se obtuvo la condena de Miguel Ángel “Cachila” Moreira por encubrimiento, que ya fue ratificada por la Corte, y faltaba el imputado principal”, agregó el letrado.

En ese sentido, destacó la lucha de la familia desde ocurrió el hecho, aún cuando todo se encaminaba a que jamás se sabría quién la mató.

Williman indicó que tanto para la familia como para los abogados, el fallo representa “una sensación de paz importante” por tener ya dos personas condenadas. “La diferencia es que la situación de Moreira ya no la cambia nadie. La situación de Sena es distinta porque todavía es posible una apelación”, advirtió el abogado.

Lola Chomnalez tenía 15 años
Lola Chomnalez tenía 15 años cuando fue asesinada (NA)

Sin embargo, el abogado aclaró que las pruebas científicas en su contra son muy sólidas y aseguró que no cree que la Justicia uruguaya, en las dos siguientes instancias -Tribunal de Apelaciones y Corte Suprema- modifique el fallo o revoque la sentencia.

“Tiene una prueba científica muy potente en su contra que lo ubica en la escena de los hechos y lo ubica en un enfrentamiento físico con Lola. Estimo que no hay forma de revertir esa situación”, añadió Williman. Finalmente, dijo que la familia está tranquila y sabe que el proceso puede continuar si Sena decide apelar. Sin embargo -sostiene- “la sensación hoy ya es otra”.

“Por supuesto no van a poder modificar esta realidad de no tenerla a Lola, pero sí por lo menos el dolor de la impunidad, que ese sí es el que están intentando mitigar”, concluyó el letrado en su entrevista con este medio.

El caso

Lola viajó a Barra de Valizas el sábado 27 de diciembre de 2014 y se alojó en la casa de su madrina. Al día siguiente, la adolescente desapareció cuando salió a caminar por la playa y dos días después fue encontrada asesinada a unos cuatro kilómetros de la casa, en una zona de médanos.

La autopsia determinó que Lola murió por asfixia por sofocación y que presentaba varios cortes hechos con un arma blanca en distintas partes del cuerpo.

Durante la investigación del crimen de Lola se encontró en la mochila y en el DNI de la adolescente un perfil de ADN que correspondía a un hombre. Desde el crimen, los peritos de la Policía Científica uruguaya hicieron cotejos de material genético con cada uno de los presos y de los nuevos ingresados al sistema carcelario por otras causas, y así llegaron al familiar de Sena.

La genetista Natalia Sandberg no cesó hasta encontrar el vínculo. A la profesional se le ocurrió una idea que destrabaría la causa: hacer un análisis de ese ADN por separado.

Es decir, discriminar la línea paterna de la materna de su composición.

"Cachila" Moreira, condenado por encubrir
"Cachila" Moreira, condenado por encubrir el crimen de Lola

Así, cuando cotejó la muestra con la línea paterna, el resultado otra vez no fue el esperado. Entonces, propuso avanzar por el lado materno y descubrió, luego de compararlo con todo el banco de datos, que el ADN del supuesto agresor de Lola coincidía con el de un hombre que estaba preso por otra causa, pero sólo tenía vínculo por su madre.

Ese hombre era medio hermano del hoy condenado. La madre de ambos declaró ante la Policía que había tenido 11 hijos, y entre ellos aportó el nombre de Leonardo David Sena. Ya con una identidad y un lugar algo delimitado, el cerco comenzó a hacerse más pequeño.

Sena tenía antecedentes por violación y violencia, pero no estaba en el sistema su ADN porque este registro se creó en 2012, y los delitos los había cometido en 2003 y 2009. La Justicia lo allanó y se negó a realizar la prueba genética. Con orden del juez, los policías se llevaron un cepillo de dientes y así lo cotejaron con las muestras del crimen de Lola. El resultado fue positivo. Fue en 2022.

Guardar