Un mes más tarde de que se produjera la seguidilla de asesinatos que se cobraron las vidas de varios trabajadores de Rosario, la Fiscalía formuló las primeras imputaciones durante una audiencia celebrada en el Centro de Justicia Penal. Más allá de que en la causa fue involucrado el líder narco Alejandro “Chucky Monedita” Núñez, otra de las figuras que resaltaron se trató de Axel Uriel “Franco” Rodríguez, un joven que fue acusado de organizar los crímenes del playero y el colectivero.
Los fiscales a cargo de la investigación de la muerte del chófer de la línea K, Marcos Daloia, señalaron a Franco como el organizador del ataque perpetrado el pasado 7 de marzo. Su nombre apareció en el expediente luego de que ordenaran un allanamiento en un domicilio ubicado en Provincia de Misiones al 2200, del barrio Santa Lucía, el cual se trataría de la supuesta base logística desde donde se coordinaron los movimientos de los sicarios y las ordenes que habrían sido enviadas por presos alojados en el penal de Ezeiza.
Según la hipótesis presentada por la Fiscalía, la propiedad fue seleccionada, debido a que Rodríguez purgaba una prisión domiciliaria en lugar luego de que fuera condenado por un homicidio que cometió cuando era menor de edad. Asimismo, precisaron que contaba con una tobillera electrónica colocada por la Justicia de Menores que monitorear sus movimientos, por lo que se supondría que no podría abandonar el inmueble declarado para que cumpliera la pena.
El rol del acusado habría consistido en reclutar a los menores de edad que habrían sido los encargados de asesinar a los trabajadores. Aunque todavía no se presentaron las pruebas necesarias para formular las acusaciones, los funcionarios judiciales sospecharon del vínculo que podría tener el presunto organizador delictivo con los jefes narcos Claudio “Morocho” Mansilla y Esteban Lindor Alvarado, ya que consideraron que éste podría responder a sus órdenes. No obstante, ninguno de los dos fueron imputados por ninguno de los crímenes.
En el caso del colectivero, los fiscales apuntaron que el responsable se habría tratado de uno de sus vecinos, identificado como José “Chori” M., quien habría sido el conductor de la moto Honda Twister de la que descendió un joven que vestía una remera blanca y un gorro piluso para matarlo de dos disparos. Las autoridades indicaron que el autor material se trataría de un menor de 17 años apodado “Lauti”, pero por el momento ambos continúan fugitivos.
De acuerdo a la información publicada por Rosario3, la moto sería un elemento clave que vincularía a Rodríguez al ataque contra un chófer de la línea 122 ocurrido un día antes en el cruce de las calles Cerrito y México. En esa oportunidad, el conductor se salvó de milagro, debido a que la bala se trabó en el cañón del arma cuando el sicario apuntó en su contra.
La atribución de la figura de organizador contra Franco se repitió en la causa por la muerte del playero Bruno Bussanich, debido a que los investigadores sostuvieron que el joven habría sido el responsable de proponer al menor de 15 años, identificado como D.M.G, y gestionar el ataque en la estación de servicio Puma situada en Mendoza y Donado.
En este punto del relato, Chucky Monedita y su gente comenzaron a tomar relevancia, después de que las autoridades señalaron que la banda habría sido la encargada de proponer al adolescente como tirador. Cabe recordar que, la pandilla fue acusada de utilizar a menores de edad para cometer crímenes en otras causas, por lo que el capo narco fue imputado como presunto instigador de los crímenes como represalia por la quita de privilegios que sufrió por orden de la nueva gestión provincial.
Hasta el momento, los investigadores determinaron que el menor de edad recibió el pago de 400 mil pesos por haber asesinado a Bussanich, dinero que le pagaron al día siguiente en un pasillo de Alem al 4000, en el barrio Tablada. De la misma forma, plantearon que el adolescente habría aceptado el trabajo para saldar una deuda con Gustavo “Gusti” Márquez, quien ya fue imputado por ser el organizador logístico de los asesinatos de los dos taxistas. Incluso, no descartaron la posibilidad de que D.M.G también hubiera sido el responsable de asesinar a uno de ellos.
Si bien D.M.G parecería pertenecer a la facción de Márquez, los fiscales señalaron que la deuda que habría tenido con el jefe criminal habría surgido por una motocicleta que le habría pedido prestada. Sin embargo, el vehículo fue capturado por la Policía luego de que la abandonara en medio de una persecución.