La División Investigación del Robo Organizado de la Policía Federal Argentina logró desarticular una organización delictiva especializada en el robo de camionetas de alta gama, específicamente Toyota Hilux, bajo un sofisticado método: encendían el motor de los vehículos al conectarlas a computadoras, copiaban las llaves y luego elaboraban documentación apócrifa de los vehículos, para luego venderlos en países limítrofes o a través de internet.
Fuentes policiales indicaron a Infobae que la investigación comenzó luego del robo de una camioneta Hilux en la localidad de Vicente López, hecho en el cual intervino en un primer momento la Policía de la Provincia de Buenos Aires y el fiscal Gastón Larramendi, quien al ver lo que había pasado, pidió además la colaboración de la PFA.
Gracias a los datos aportados por la fuerza de seguridad bonaerense, se descubrió que la camioneta emitió una última señal registrada por el GPS desde un estacionamiento ubicado en la calle San Blas 1.600, en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, cuando los detectives de la PFA llegaron al lugar, la camioneta ya no estaba.
A partir de ese momento, mediante tareas de campo, visualizaciones de cámaras tanto públicas como privadas y la obtención de testimonios, los investigadores de la División pudieron establecer que la Toyota Hilux se encontraba dentro de otro estacionamiento, aunque ubicado en la calle Trelles al 2.100, también en territorio porteño. Por cuestión de minutos, los efectivos policiales llegaron tarde: la camioneta se había retirado del lugar.
A pesar de eso, el procedimiento fue positivo. El motivo es que dentro de ese estacionamiento, los policías de la División del Robo Organizado de la PFA descubrieron que había otras tres camionetas de la misma marca y modelo con pedido de secuestro activo.
Con ese hallazgo de gran importancia para la causa, la Policía Federal llevó adelante una vigilancia encubierta en el lugar, hasta que observó a que tres hombres llegaron al garaje y mediante el uso de llaves, intentaron abordar las camionetas. Fue en ese momento que los agentes de la PFA detuvieron a los sospechosos y los pusieron bajo órdenes de la Justicia. Además, secuestraron los vehículos, cuyo valor ascendía a los 250.000 dólares.
De acuerdo con las fuentes del caso consultadas por este medio, la modalidad utilizada por los delincuentes consistía en dejar “enfriar” por algún tiempo las camionetas robadas, para luego aprovechar las horas de la noche y el mal clima, e introducirlas en el mercado local (con ventas a través de internet) o comercializarla en países limítrofes.
La causa quedó a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº39, a cargo del juez Santiago Bignone, quien ordenó el traslado de los sospechosos a la Alcaidía de la PFA en la calle Madariaga. Fueron acusado del delito de robo agravado. Además de las tres camionetas robadas, los policías secuestraron tres teléfonos celulares, cinco juegos de chapas patentes, cuatro llaves adulteradas de encendido de camionetas y documentación de vehículos falsa.
En cuanto a la cuarta camioneta robada en Vicente López, los investigadores la encontraron finalmente la hallaron en otro garaje, ubicado en la calle Juan Agustín García al 4.100, a unas cinco cuadras del estacionamiento donde encontraron a los otros tres vehículos. Tenía dominio apócrifo colocado y en su interior documentación de dicho vehículo también falsa.
Banda de chilenos que robaba camionetas 4x4
No se trata de la primera organización que apunta a camionetas es este estilo. En septiembre del año pasado, una banda de ladrones chilenos robó un total de 16 camionetas 4x4 en distintos barrios porteños en apenas 35 días.
El modus operandi de la banda, conformada en su mayoría por delincuentes de nacionalidad chilena, era únicamente sustraer vehículos Nissan Frontier, después alterar las placas patentes y confeccionar documentación falsa. El objetivo final: llevar las camionetas a Paraguay.
La banda fue desbaratada, tras una investigación a cargo de la Policía de la Ciudad. El operativo culminó con la detención de diez sospechosos.
Los detenidos fueron identificados como Felipe Andrés Crisóstomo Gajardo, de 41 años y sindicado como el líder; David Bustamante Pacheco David, de 32 años; José Ignacio Alarcón Reyes, de 34 años; Jordan Ignacio Arcos Astudullio; Marcelo Fernando Gutiérrez Toledo, de 23; Katerine Alejandra Guerrero, de 36; Baytyare Migaray Valderrama, 20 años; Rayen Tania Reyes Carcamo, de 32 y Jordan Hernan Saavedra, de 25 años.
Los nueves son de nacionalidad chilena. Ninguno tenía documento argentino o estaba hace más de un año en el país. La gran mayoría vivía en hoteles de pasajeros. El único argentino de la banda fue identificado como Facundo Gabriel Calvo, un hombre de 30 años con domicilio en La Tablada.
La investigación comenzó en junio y se basó en el análisis de alrededor de 2.200 cámaras de seguridad en toda la ciudad. Así, se pudo establecer que robaron los vehículos en los barrios porteños de Saavedra, Villa Devoto, Monte Castro, Villa Real, La Boca, Mataderos, Caballito y Villa Luro. Según indicaron fuentes policiales a Infobae, cada miembro de la banda tenía roles específicos, que incluían marcadores, vigilantes, autores materiales de los robos y los encargados de trasladar los vehículos hasta su destino final.
La causa comenzó tras una denuncia por robo en la jurisdicción de la Fiscalía de Saavedra y Núñez. Posteriormente, se reportaron robos similares -del mismo modelo de camioneta- en otros lugares dentro del territorio de la Capital Federal, lo que llevó a la Policía de la Ciudad a sospechar que no se trataba de hechos aislados. No se equivocaron. Tras revisar llamadas al 911 y con el correr de los días, descubrieron varios eventos similares.