Una jubilada de 71 años sufrió un violento asalto en su casa ubicada en la ciudad de La Plata en un suceso que conmocionó a la comunidad local, ya que los delincuentes ingresaron a su hogar tras forzar una ventana, y la amenazaron con una tijera en el cuello para que les entregara sus ahorros.
El incidente tuvo lugar en el cruce de Camino General Belgrano y 517, en la localidad de Gonnet, donde los delincuentes sorprendieron a la mujer en las primeras horas de la madrugada, exigiéndole que entregara sus ahorros, presumiblemente creyendo que poseía dinero en dólares.
El asalto se prolongó por más de treinta minutos e incluyó actos de violencia física y verbal ya que según el relato de la propia víctima, los agresores llevaban el rostro cubierto y no solo la golpearon, sino que también la insultaron y la amenazaron colocándole una tijera en el cuello.
Ante la brutalidad de la situación, y según informó el portal 0221, la mujer finalmente cedió y entregó aproximadamente $300.000 que guardaba en su domicilio. Posteriormente, los delincuentes saquearon la residencia, llevándose consigo diversos objetos de valor, entre ellos dos teléfonos iPhone y dos chaquetas de invierno.
Hasta la fecha, las autoridades no han logrado dar con los responsables de este violento acto, aunque se sospecha que podrían estar vinculados a una banda delictiva que ha perpetrado otros asaltos con características similares en la zona norte de La Plata.
Y en otro hecho con similares características y con el exceso de violencia por parte de los delincuentes contra una jubilada, sacudió la tranquilidad de Villa Luzuriaga, en el partido de La Matanza, cuando un grupo de malhechores perpetró una entradera de extrema crueldad contra un matrimonio de jubilados en su propia residencia.
La escena de horror se desplegó en las primeras horas de la madrugada en una vivienda situada en las cercanías de las calles Monseñor José Francisco Marcón y Cervantes cuando los siete criminales, ocultos tras capuchas, barbijos y guantes, ingresaron sigilosamente por la puerta trasera de la casa.
Una vez adentro, sometieron y maniataron a la pareja de ancianos, despojándolos de sus pertenencias con una violencia desmedida.
Según los informes, permanecieron dentro de la residencia durante al menos cuarenta minutos, tiempo en el que lograron sustraer una cantidad indeterminada de dinero en efectivo, joyas y otros objetos de valor.
El climax del asalto llegó cuando un vehículo de color negro se detuvo frente a la vivienda. Uno de los delincuentes descendió del automóvil y, tras comunicarse por teléfono móvil con sus cómplices dentro de la casa, estos últimos emergieron precipitadamente. En cuestión de segundos, los criminales emprendieron la fuga, uno de ellos incluso cargando consigo un microondas.
A pesar de que las cámaras de seguridad registraron este vertiginoso escape, la tarea de identificación de los sospechosos se avizora complicada debido a las precauciones tomadas por estos para no dejar evidencias tras de sí.
La investigación de este horrendo crimen ha quedado en manos de la Fiscalía N° 13 de La Matanza, bajo la dirección del fiscal José Luis Maroto.
Cabe destacar que Villa Luzuriaga se convirtió en otro de los puntos calientes de La Matanza. Sobre ello, una vecina relató: “En estos días, padecimos muchísimos casos de robo. Escuchar que ocurren tan seguido nos tiene a todos con miedo y pánico. Personalmente, tomé medidas de prevención como no usar el auto sola y por la zona, no salgo de noche, me encierro y pido remises si tengo que salir”.
Dentro de las modalidades más comunes, se encuentran el robo a mano armada de vehículos, las entraderas y el robo de los medidores de agua. “Estamos desprotegidos, con indignación, bronca e impotencia. Buscamos explicaciones de las autoridades pero sentimos que se nos ríen en la cara”, agregó otro vecino.
En este contexto, varias personas de Ramos Mejía y Villa Luzuriaga se concentraron en la intersección de las calles Argentina y Cervantes para exigir más seguridad. “Nos estropearon la forma de vivir, no sé de qué manera salir de mi casa para ir a comprar”, se quejaron.
Otro vecino, que ya fue víctima de la inseguridad, sumó: “Me arruinaron económica y mentalmente. No pude dormir porque pensaba que en cualquier momento podían volver a ingresar. Es algo que te queda marcado para siempre, no es fácil”.