El oficial David Medina, detenido por el crimen del hijo del jefe de Policía de Corrientes y haber herido a su ex novia, seguirá detenido por pedido de la fiscal a cargo del caso, Lucrecia Troia, quien lo imputó formalmente en las últimas horas. Antes de que se cumplan las 72 horas desde su aprehensión, la Justicia de Garantías deberá determinar si concede la prisión preventiva.
El caso involucra a varios integrantes de la fuerza de seguridad y a familias que se conocían entre sí, por lo que el asesinato generó gran conmoción en la provincial del litoral argentino.
El policía es acusado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en el caso del agente Alfredo Molina, la víctima fatal, y homicidio en grado de tentativa agravado por el vínculo, por mediar violencia de género y por el uso de arma de fuego, en el caso de Bárbara Romero, quien también pertenece a la Policía.
De acuerdo indicaron fuentes de la investigación a Infobae, la prueba más contundente contra el Medina es el testimonio de una vecina que escuchó los disparos y, luego, vio salir de la casa de Romero ubicada en el barrio Rincón Florido de San Cosme, y subirse a su moto, en la que escapó. La mujer llamó a la Policía.
Los efectivos que ingresaron a la vivienda encontraron a Molina y Romero tendidos en el suelo, gravemente heridos. Ambos fueron trasladados de urgencia a un centro de salud, pero el hijo de Arnaldo Molina murió en la ambulancia, pese a los intentos de los médicos por mantenerlo con vida.
La secuencia ocurrió la mañana del sábado. Horas más tarde, en medio de un gran despliegue policial en búsqueda del prófugo, Medina se entregó en una comisaría de Riachuelo, una localidad lindera a la capital correntina, acompañado por su padre, un Comisarío General retirado.
Al mismo tiempo, Troia había solicitado la detención y dos allanamientos a la jueza de Garantías Josefina González Cabañas en busca de prendas de vestir, armas y celulares. De acuerdo a las fuentes, en el procedimiento secuestraron mayor evidencia contra el acusado, quien se abstuvo de declarar durante la audiencia de imputación.
Por otro lado, es materia de investigación si el homicida utilizó la pistola reglamentaria de Romero para atacarla a ella y a Molina. Los forenses que trabajaron en la autopsia adelantaron que el cuerpo de la víctima fatal presentaría dos disparos. No pudieron determinar, en tanto, cuántos impactos recibió Romero debido a su estado crítico.
Por último, la fiscal espera el resultado de pericias para confirmar si el agresor también utilizó un arma blanca.
Según indicaron fuentes del caso, el presunto asesino estaba en un boliche cuando supo que su ex novia estaba junto a Molina, se subió a su moto y condujo hasta el lugar. Creen que habría logrado entrar a la propiedad con una copia de la llave.
Hasta el momento se desconoce si hubo amenazas previas por parte de Medina, un misterio que puede ser revelado con el análisis de los teléfonos incautados.
“Ella había terminado la relación y él la seguía molestando”
En tanto, el hermano de la joven reveló en una entrevista radial que existieron episodios violentos. “Hubo un par de discusiones. La última vez que vine a Corrientes hablé con él y le dije que no quería verlo más con mi hermanan porque ella había terminado la relación y él le seguía molestando”, reveló Facundo Romero a Radio Dos de Corrientes.
“Es un tipo enfermo y la verdad que nunca entendió que la relación terminó. Un tiempo convivieron, pero como no resulto y se terminaron separando”, agregó. Sobre Alfredo, la actual pareja de su hermana, manifestó que “era un muy buen chico, no tengo palabras para describir una excelente persona que era”.
“Lo único que queremos es que mi hermana mejore y salga a retomar su vida, sus sueños. Que se haga justicia y que esta persona pague lo que tenga que pagar por lo que hizo”, remarcó.