El viernes pasado, la División Delitos contra la Integridad Sexual de la Policía de la Ciudad detuvo en la esquina de Santa Fe y Callao a N.B.M.G., de 43 años, nacida en Paraguay. El delito: reducción a la servidumbre, abuso sexual con acceso carnal agravado.
Las víctimas eran sus propios hijos, a los que supuestamente obligaba a robar mientras vivían en situación de calle en el centro porteño. A tres de ellos, supuestamente, los entregó a Carlos V., su pareja -hoy preso y elevada a juicio en la misma causa que la investiga- para que los viole en el asentamiento donde vivían. Todos sus hijos -dos varones y dos mujeres, nacidos en 2009, 2010, 2012 y 2018- tenían menos de 13 años al momento de los ataques sexuales, ocurridos cerca de 2014.
Su arresto marcó el fin de una causa iniciada cuatro años atrás en el Juzgado N°4 a cargo de Martín Yadarola. La mujer, básicamente, se delató a sí misma, luego de que apareciera en un móvil de televisión de TN el miércoles pasado, quejándose del paro de colectivos. Así, las autoridades judiciales la reconocieron y fueron por ella. La encontraron con con sus muletas, sentada frente a un banco.
La investigación comenzó luego de que un policía advirtió que B.N.M.G obligaba a cruzar a los menores en un semáforo en rojo. Las autoridades porteñas le quitaron a sus hijos poco después y comenzaron una serie de tratamientos y pericias. El más chico de todos, hijo de BNMG y el presunto abusador, tenía apenas un año. Solo la mayor tenía un documento, al haber sido inscripta en el Registro de las Personas de Quilmes.
Los relatos de las víctimas en Cámara Gesell
Finalmente, el 8 de enero de este año, el juez Yadarola determinó imputar a la mujer y a procesar a su pareja, que ya se encontraba detenido por otro delito. Se cree que los menores fueron sometidos en al menos cinco ocasiones por el hombre acusado. Los hechos, que habrían ocurrido en 2014, sucedieron en el asentamiento en donde vivía el grupo. Las cámaras Gesell realizadas a los chicos fueron instrumentales para construir la acusación.
La menor de las niñas relató el maltrato que sufría a manos de la pareja. En su testimonio, afirmó que” tanto sus hermanos como ella eran agredidos físicamente por los dos imputados, propinándoles golpes con sus manos, con palos o arrojándoles elementos y tirándoles de los cabellos”, según asegura un documento de la causa.
Aseguró algo todavía más macabro: que su madre le cortaba la piel con una hoja de afeitar para realizar un “pacto con el diablo”. “Siempre andábamos por la calle, un día de lluvia nos mojamos todo, no nos veíamos bien, no dormíamos bien, no nos alimentábamos bien, andábamos todo sucios, no nos podíamos bañar”, continuó, con varias noches pasadas en cajeros automáticos. También, según su relato, su presunto abusador y su madre tenían relaciones sexuales frente a ella.
El hombre, por su parte, fue acusado de intentar robarle a un hombre en la esquina de Santa Fe y Billinghurst, al amenazarlo con una vara de metal, posiblemente un caño para manipular una escoba. La mujer, según relatos en el expediente, habría instado a los menores a robos pungas en kioscos del centro porteño. Les exigía que le quiten los celulares a los transeúntes, a cambio de golosinas que nunca les entregaba.
Así, se decretó la captura de la mujer. Que se encontrara en situación de calle dificultaba su rastreo. NBMG no tenía un domicilio registrado. Sus hijos sí tenían un domicilio registrado ante las autoridades: el del hogar de niños de Villa Martelli a donde fueron trasladados en un momento.
El Boletín Oficial revela varios movimientos en este caso. En septiembre de 2020, BNMG fue citada a comparecer junto a su pareja por el Juzgado Civil N°26.
En febrero de 2021, le informaron que sus hijos iban a ser dados en adopción, proceso en el que se encuentran actualmente.